EE UU redobla sus amenazas de represalias para forzar a Japón a abrir sus mercados

Washington desentierra el hacha de la guerra comercial con Japón y anuncia la apertura de un periodo de negociaciones bajo la amenaza de represalias si Toldo no abre su mercado a las exportaciones norteamericanas. El presidente Bill Clinton firmó ayer la orden ejecutiva conocida como Super 301, que pone en marcha un mecanismo de identificación de países que mantienen prácticas comerciales consideradas injustas por Estados Unidos.

"Nuestro compromiso -señaló Mickey Kantor, representante de Comercio, al anunciar la medida- es derribar las barreras comerciales, multilateralmente donde sea posible, bilateralmente donde sea necesario". La decisión de ayer fue simbólica y política, y aunque se trata de la herramienta de la Casa Blanca para imponer represalias comerciales, concede un amplio margen de maniobra a Japón y a los Gobiernos a los que pueda afectar para evitar el inicio real de las hostilidades.El 31 de marzo, la Administración publicará una lista preliminar de países que mantienen barreras comerciales inaceptables. La relación se cerrará el 30 de septiembre. Tres semanas después, los casos que estén en esa lista negra definitiva serán objeto de una investigación oficial. Entonces habrá negociaciones con los países que figuren en la lista, para que eliminen o reduzcan las barreras comerciales o indemnicen a los sectores perjudicados. Si no hay acuerdo, se determinará la posibilidad de aplicar sanciones o se elevarán las correspondientes denuncias ante el GATT.La medida de Washington supone una vuelta más de tuerca en la presión sobre el Gobierno japonés para que abra sus mercados a las exportaciones de EE UU, aunque Mickey Kantor subrayó que por ahora no se menciona a nadie: "Es un mensaje a. cualquier país cuyas prácticas supongan una barrera a las exportaciones norteamericanas. Esas prácticas contra la apertura de mercados" añadió, "nos cuestan empleos y disminuyen el crecimiento global, y el caso de Japón es único en el mundo desarrollado en cuanto al mantenimiento de mercados cerrado?.El propio Bill Clinton adelantó ayer la declaración de hostilidades al primer ministro japonés, Morihiro Hosokawa, en una llamada telefónica en la que hubo una discusión 'Tranca y amistosa", según el presidente de EE UU. La medida no ha podido sorprender a Hosokawa, después del fracaso de la cumbre que mantuvo en Washington hace tres semanas. Entonces, los norteamericanos intentaron sin éxito que Japón tomara medidas para corregir el déficit de 60.000 millones de dólares. Hosokawa afirmó entonces que Japón no cedería a las presiones de EE UU.En los próximos días, el secretario de Estado, Warren Christopher, visitará Tokio en el curso de una gira por Asia y Australia. Japoneses y norteameicanos tendrán entonces la oportunidad de medir la tirantez de sus relaciones.En los casos en los que se ha empleado hasta ahora, la Super 301 nunca ha llegado a traducirse en sanciones concretas. El presidente Bush la utilizó en 1989 y 1990 para presionar a Japón, Brasil e India. Los tres países atendieron las reclamaciones de EE UU y la guerra comercial e evitó. En el caso de Japón, hubo concesiones en ordenadores, satélites y productos forestales.[También ayer, el director general del GATT, Peter Sutherland, señaló que "un nuevo estallido de tensiones comerciales está poniendo a prueba los logros de la Ronda Uruguay", en clara alusión a las amenazas estadounidenses a Japón].