Lejos del mundanal ruido

Desde que en 1968 grabó su primer disco, Hilario Camacho ha seguido una trayectoria musical marcada por la calidad y la constante búsqueda de un ámbito sonoro muy personal. Hace una música urbana y cosmopolita, pero en sus canciones el asfalto se torna bucólico, el vértigo está domesticado por el sosiego. Ajeno a modas, trabaja desde hace muchos anos en algo que ahora impera: los mestizajes sonoros. Pero mientras que los advenedizos mancillan la fusión con fluidez e ignorancia, Camacho la tiene muy asumida y elaborada. Toda su obra gira en torno a lo cotidiano, asuntos muy cercanos a la gente de la calle.Además de interpretar sus temas de siempre, presentó cuatro preciosas canciones que formarán parte de su próximo disco, Madrid-Caribe. El bolero Y todos duermen es de una belleza y una melancolía sobrecogedoras. Y lo mismo No sé qué pasa esta noche, Metro y el blues Bla bla bla. Hilario Camacho es un músico brillante, exquisito, serio, fiel y capacitado para enganchar al público. Pero las multinacionales no se enteran.