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La dirección de la nuclear de Zorita reconoce que han aparecido más grietas en la vasija del reactor

El Consejo de Seguridad Nuclear confirma que existen "numerosos defectos"

Las inspecciones que se están llevando a cabo en la central nuclear José Cabrera, en Almonacid de Zorita (Guadalajara), han detectado la aparición de nuevas grietas (en la jerga nuclear llamadas "indicaciones") en los conductos por los que penetran las barras de control del reactor a través de la tapa de la vasija. La Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) ha cuantificado estas grietas "en alrededor de 20" aunque el director de la central, Juan Vicente Llinares, prefiere no especificar un número concreto de grietas. "El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) también ha reconocido que existen "numerosos deféctos". La central no podrá volver a abrir el 9 de marzo como tenía previsto.

Llinares informó a EL PAÍS que todas estas grietas han aparecido en las penetraciones de reserva (conductos que no se utilizan). "Todavía no está finalizada su evaluación y falta por ver, la profundidad y tipología de las mismas", matizó.Un portavoz del CSN aclaró que sólo se han detectado por el momento defectos en los alojamientos de reserva, porque todavía no se han analizado los que llevan barra de control, informa . Y añadió: "Falta caracterizar los fallos, conocer sus características, profundidad, dirección. Es más significativo la caracterización de las grietas que saber si son 16, 20 o 31".

Llinares explicó que, si en inspecciones futuras no se descubre que este problema afecta también a las penetraciones que están operativas, la solución "no será difícil, ya que bastará con taponarlas". Llinares descartó también que "hubiera que cambiar la tapa del reactor". Esta última solución implicaría no solamente un alto coste, sino tener la central parada cerca de un año. Será el CSN quien decida la solución más adecuada.

El reactor de Zorita tiene 37 penetraciones, donde se insertan las barras de control, de las cuales 17 son de reserva. Dos de estas últimas se están utilizando para medir la temperatura del reactor y una tercera para la inyección de seguridad. El director de Zorita cree que el reactor puede operar perfectamente prescindiendo de las penetraciones de reserva sin que afecte a la seguridad de la misma.

El pasado 18 de enero -cuando la central estaba parada por recarga- se detectó una grieta pasante de dos centímetros de longitud en una de las penetraciones del reactor situada a unos 30 centímetros por encima de la vasija. Posteriormente se encontraron dos grietas no pasantes o indicaciones, similares a las que ahora se han hallado, al someter a revisión el resto de las penetraciones. En los próximos días y mediante unos robots utilizados recientemente en la central de Almaraz (Cáceres) se continuará la revisión del resto de las penetraciones que sí están operativas para tratar de saber cuál es el proceso degenerativo.

"Creemos que tiene que ver con el flujo en cada una de ellas", prosigue Llinares, quien admite que habrá que esperar hasta el final de la próxima semana para llegar a una conclusión definitiva. Para entonces, el CSN será quien, con los resultados de los análisis, emitirá una decisión definitiva sobre la continuación de la actividad en la central. Se tendrán también en cuenta los resultados de las pruebas que se están haciendo en un laboratorio de Westinghouse en Estados Unidos.

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