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La burocracia engulle al consorcio para remozar los teatros privados

Los empresarios conservan la esperanza de mejorar sus salas

El consorcio para la rehabilitación de teatros privados de Madrid aparece y desaparece. Aprobado por el Ayuntamiento, la Comunidad y el Ministerio de Cultura hace seis meses, nadie ha firmado aún para que se ponga en marcha. Los 13 teatros privados que existen en Madrid y las seis salas alternativas -todos necesitados de serias reformas- esperan los 600 millones comprometidos hasta 1997. "Es una mera cuestión de elegir una fecha para la firma. No hay nada más comenta con desinterés Ramón Caravaca, viceconsejero de Cultura de la Comunidad. En el Ministerio de Cultura también aseguran que todo está a punto. Y el Ayuntamiento ha propuesto dos fechas, ya pasadas, para efectuar la firma.

Atrapado en los vericuetos del Ministerio para las Administraciones Públicas, que ha hecho cuatro observaciones acerca de la presentación formal del texto definitivo, el consorcio está ahogado antes incluso de comenzar a funcionar. Y los 150 millones en ayudas correspondientes a 1994 están retenidos.

"Bajas revoluciones"

"Intento provocar que la constitución del consorcio se acelere llamando y llamando por teléfono, pero los políticos siempre lo postergan todo. Me temo que es un problema de bajas revoluciones", afirma Alejandro Colubi, responsable de la asociación de dueños de teatros y propietario del Marquina. Los teatros privados -no es ningún secreto- necesitan no sólo varias capas de pintura en las fachadas, sino reformas interiores de climatización y comodidad para el público. "Si ha habido amenazas de cierre, tenemos que asumir que existen empresarios poco diligentes. Debemos ser valientes y reconocer nuestras deficiencias", comenta Colubi.

Sin embargo, la urgencia ya ha roto el saco. Los teatros Maravillas e Infanta Isabel recibieron en septiembre del año pasado sendas aportaciones por parte de la Comunidad. Catorce millones en total, que les permitieron acondicionar sus salas de manera que el departamento. de Protección Civil del Ayuntamiento les levantara el precinto que los mantuvo clausurados durante varios meses.

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"Algunos no hemos querido llorar tanto y hemos optado por esperar a que las reglas del juego estén encima de la mesa de todos", explica Colubi, cuyo teatro presume de adecuadas medidas de seguridad.

Desconfianza

Los dueños de las seis salas alternativas que completan el panorama teatral de Madrid están desconcertados. "Albergo una profunda duda de a dónde va a ir a parar esto", dice, escéptico, Alfonso Pindado, presidente de la coordinadora que agrupa a dichas salas. En cada una de ellas trabajan unas ocho personas.

Pindado asegura que hace diez meses les aseguraron que también serían candidatos a las ayudas, al igual que los empresarios de los teatros grandes, pero desde entonces no han vuelto a saber nada. "La ignorancia es tremenda; nadie nos comunica nada, y todas las salas necesitan mejoras urgentes de cara al espectador, como mejor insonorización y climatización. Los temas ¿le seguridad están bastante bien resueltos", afirma.

El Ayuntamiento de Madrid, que por primera vez solicita ayuda económica a la Comunidad Europea para rehabilitar el patrimonio histórico, pedirá los 50 millones de pesetas que deben aportar anualmente al consorcio si comprueban que la Unión Europea tiene fondos para la rehabilitación de teatros. Hasta el momento, son los únicos que han propuesto fechas para la firma del consorcio, que ya han quedado muy atrás.

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