Croatas y musulmanes discuten la posibilidad de una confederación
El ministro de Exteriores de Croacia, Mate Granic, y el primer ministro bosnio, Haris Silajdzic, iniciaron ayer -segundo día de tregua entre croatas y musulmanes bosnios- en la sede del Departamento de Estado en Washington conversaciones directas. El objetivo final de éstas, animadas por EE UU tras el levantamiento del cerco artillero de Sarajevo, es no sólo garantizar que se mantenga el alto el fuego en la Herzegovina y Bosnia central, sino debatir la posibilidad de constituir una confederación entre Croacia y Bosnia.
La presencia de miles de soldados croatas combatiendo junto a sus correligionarios en la Herzegovina desató las amenazas de la ONU. Al eventual decreto de sanciones del Consejo de Seguridad contra Zagreb siguió el ultimátum de la Alianza Atlántica contra los serbios para levantar el cerco artillero sobre Sarajevo. La Administración de Bill Clinton presionó directamente sobre Croacia hasta el punto de que el presidente croata, Franjo Tudjman, parece haber desechado, al menos de momento, la idea de crear una Gran Croacia. Lo que no está todavía claro en Washington es si los negociadores -entre los que se incluye el jefe de los croatas de Bosnia, Kresimir Zubak-, pretenden forjar un Estado bosnio binacional o confederarse con Croacia.El ministro bosnio musulmán, lrfan Ljubijankic, aseguró ayer que el acercamiento entre croatas y musulmanes conviene a Occidente. "El actual derramamiento de sangre entre musulmanes y croatas de Bosnia no sólo redundó en perjuicio de los intereses de ambos pueblos, sino que puso en peligro la situación de Croacia en el escenario político", declaró Ljubijankic.
La mera propuesta de una confederación croato-bosnia ha puesto sobreaviso a rusos y serbios. Para Milan Gvero, general de los serbios de Bosnia, una posible alianza croato-musulmana podría alterar el "equilibrio militar en el espacio de la antigua Bosnia-Herzegovina" y, a largo plazo, esa coalición "fácilmente podría estar dirigida contra los serbios". Croatas y musulmanes bosnios combatieron juntos contra los radicales serbios hasta la primavera pasada, en que los croatas de Bosnia decidieron constituir la república independiente de Herzeg-Bosna al sur del país. También para los rusos una relación estrecha entre Zagreb y Sarajevo sería indeseable. Para el jefe del Estado Mayor ruso, Mijaíl Kolesnikov, una confederación croato-musulmana sin los serbios sería "ilegal".
Más 'cascos azules'
El jefe de los cascos azules desplegados en Bosnia, el general británico Michael Rose, por su parte, volvió a reclamar ayer el envío de nuevos contingentes de soldados de las Naciones Unidas, para garantizar la frágil tregua que desde hace dos días se vive entre croatas y musulmanes. De momento, tan sólo Bélgica ha seguido a la iniciativa rusa de aportar 400 cascos azules. Bruselas acordó ayer el envío de 150 hombres a la zona.
"El alto el fuego parece que se mantiene y las escasas violaciones que se han producido se deben a problemas de comunicaciones", según el general británico John Reith. Sin embargo, el enclave musulmán de Maglaj, situado en el norte de Bosnia y cercado por serbios y croatas, sufría una fuerte ofensiva que provocó, según dijeron radio-aficionados, "decenas de muertos". Radio Sarajevo indicó que la ofensiva, desatada hace tres días, obedece a un ataque conjunto de serbios y croatas bosnios.
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