Un atracador obliga a una mujer con dos niños a llevarle de Cuenca a Madrid

Fueron más de 80 kilómetros. Fernando Hernández Jiménez, de 24 años, secuestró el pasado martes en Tarancón (Cuenca) a una mujer que iba con su hijo de ocho años y su sobrino de nueve. Les robó y les obligó a que le llevase en coche a Madrid. El jueves repitió su acción: asaltó a un mujer de 38 años cuando aparcaba su vehículo en un garaje del distrito de Retiro. Le puso a la víctima un cuchillo en el cuello. Al salir a la calle, un militar jubilado advirtió el hecho, sacó su pistola y desbarató el segundo secuestro. En ambos casos, Hernández iba acompañado: en el primero, de una mujer; después, de una adolescente de 15 años.En Tarancón, la mujer y los niños fueron secuestrados a las cinco de la tarde. La víctima, profesora de EGB, salía del colegio con ambos chavales. Hernández y su compañera la abordaron con un destornillador. Hizo ponerse a la madre al volante de su Seat Panda, mientras él vigilaba desde el asiento delantero. Detrás iban los niños, custodiados por la amiga del secuestrador.

Con el destonillador en la mano, exigió que le condujesen a Madrid. Durante el trayecto no dejó de amenazar, según la policía. Al llegar a la capital, hizo parar el vehículo en la calle de Santa Eugenia (Vallecas-Villa). Antes de marcharse, robó, a la madre cinco pulseras, tres anillos y la cazadora.

-¿Me vais a quitar algo más?, preguntó la madre.

-"¡Qué pasa!, ¿Es qué prefieres la cazadora a los niños?", le espetó la amiga del secuestrador, quien, a su vez, para evitar la denuncia, soltó: "¡Olvídate de mi cara o te mato!". La familia emprendió inmediatamente el regreso bajo un fuerte choque nervioso. No presentó denuncia.

El destello del cuchillo

El pasado jueves, sobre las cuatro de la tarde, Hernández, con 10 antecedentes policiales -en su mayoría por robo-, asaltó, junto a una chica de 15 años, a una mujer que aparcaba su BMW en un garaje de la calle de Saliente, en el barrio del Retiro. Se apropió de las tarjetas de crédito. Los ladrones se metieron en el BMW, para que les llevasen a un cajero automático. A la salida del garaje, un capitán del Ejército del Aire retirado advirtió el reflejo del cuchillo en la garganta de la víctima. Sacó su pistola y encañonó a Hernández, quien, cuchillo . en mano, salió del coche. Un disparo al aire. Hernández tiré el cuchillo. Un guardia civil de paisano colaboró en la detención.

Fue trasladado a la comisaría de la Estrella. Allí se relacionaron ambos sucesos. El aviso se realizó por medio de la Guardia Civil, que, conocedora del caso de Tarancón, alertó a la policía.