Pekín anuncia que abolirá las instituciones británicas al recuperar Hong Kong en 1997

Pekín reaccionó ayer con ira a la decisión del gobernador británico de Hong Kong, Chris Patten, de seguir adelante con un paquete de reformas electorales encaminadas a democratizar las instituciones de esa colonia antes de su reintegración a China dentro de tres años. El Gobierno chino anunció que cualquier reforma del sistema que rige la colonia en estos últimos tiempos del control británico será abolido en el instante en que Pekín vuelva a ejercer, el 1 de julio de 1997, la soberanía sobre Hong Kong.

Shen Guofang, portavoz del Ministerio de Exteriores chino, responsabilizó plenamente a Patten de la ruptura de las negociaciones entre Londres y Pekín para el futuro de ese importante enclave financiero asiático. "Su empecinamiento por sacar adelante su paquete de reformas ha dado el portazo a las conversaciones" entre los dos países, declaró Shen.El Consejo Legislativo de Hong Kong -cuerpo que hace las veces de Parlamento con 60 miembros, 18 de los cuales fueron elegidos por primera vez en 1991 y el resto son designados o elegidos de forma corporativa- aprobó ayer por amplia mayoría la parte menos controvertida de las reformas de Patten, que incluye la reducción de la edad de voto de los 21 a los 18 años. Esta edad de voto ya rige en China, cuya contundente reacción no fue motivada por las medidas en sí, sino porque "de forma unilateral" abren la puerta a la democratización de Hong Kong.

"Durante más de 100 años de control británico, Hong Kong no ha gozado jamás de democracia, luego existen otros motivos por los que el Reino Unido presiona por la llamada democracia", declaró Shen.

Patten anunció su programa democrático en 1992 y desde entonces ha mantenido 17 rondas de conversaciones con Pekín, que se suspendieron por falta de avance en noviembre.

Para irritar más China, horas después de aprobarse la primera parte del programa, Patten hizo público un informe de 36 páginas con los detalles de esas infructuosas 17 sesiones. Según Pekín, esto supone una "violación flagrante" de lo pactado ya que ambos lados se comprometieron a mantener el secreto las conversaciones.

Tanto Martin Lee, líder de los Demócratas Unidos, y sin duda el primero en perder su escaño si China cumple su amenaza de disolver las actuales instituciones, como Christine Loh, otra de las diputadas en la lista negra, insistieron en la importancia de "no capitular" ante China y destacaron que ni tan siquiera la propuesta de Patten satisface las aspiraciones democráticas de Hong Kong.

Por el contrario, Elsie Tu, la principal rival del Gobernador en el Consejo Legislativo declaró: "Creo en la democracia si ello. significa un modo de mejorar la forma de vida de la gente. Pero no creo en una lucha política por el poder que lleva a la comunidad a un estado de terror y ansiedad sobre el futuro".

El Gobierno británico, ante la airada reacción de Pekín indicó que por su parte las puertas siguen abiertas a cualquier negociación, pero que no puede "esperar indefinidamente".

China y el Reino Unido se comprometieron en 1984, cuando se llego al acuerdo para la devolución de Hong Kong, a mantener la "estabilidad y la prosperidad" del enclave. En la Ley Básica, que introducía el principio de "un país dos sistemas [comunista y capitalista]", Pekín se comprometía a respetar el Gobierno de la ex colonia y su sistema económico capitalista.

Shen Guofang declaró ayer que tras la ruptura de las negociaciones con el Reino Unido, China formará el Gobierno de la futura Región Administrativa Especial de Hong Kong.

Londres no puede echarse atrás en el acuerdo firmado de devolución, aunque la isla en sí y la península de Kowloon los tiene concedidos a perpetuidad. La razón es sencilla: los Nuevos Territorios, que suponen el 90% del total de la extensión de la colonia y sostienen toda la infraestructura de ésta, fueron cedidos por 99 años, y éstos vencen el 1 de julio de 1997.