Por sus acciones los conoceréis

La emisora radiofónica Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE) era hasta mediados de 1992 totalmente de la Iglesia, con accionistas fraccionados entre diócesis, órdenes religiosas -como jesuitas y dominicos- y la Conferencia Episcopal, que ostentaba la mayoría.A mediados de 1992, ante la delicada situación económica de la cadena, la Conferencia Episcopal se vio obligada a ampliar capital en 1.750 millones. La novedad estribaba en que la Iglesia no acudía a la ampliación, aunque se reservaba el derecho de vetar o no a los futuros accionistas laicos.

La ampliación tardó casi un año en cerrarse, ya que, por un lado, financieramente no tenía muchos alicientes, y, por otro, algunos de los nuevos accionistas habían realizado polémicos fichajes sin conocimiento de la cumbre episcopal.

Finalmente, en 1993 se dio por cerrada la ampliación de capital, con el consiguiente reparto del paquete accionarial: Conferencia Episcopal, 39%; diócesis y órdenes religiosas, 34%; Cartera de Medios (Galdón-Abelló-Loizaga), 9,71%; Caja de Cantabria, 6,85%; Caja de Córdoba, 4,11%; el Estado, 3,86%, y la empresa editora del Diario de Navarra, 1,9%.

En consecuencia, el episcopado perdió su mayoría absoluta y los accionistas laicos unieron su 20% accionarial en torno a Eugenio Galdón, que fue nombrado consejero delegado de la COPE. De esta forma, el dueño de la exclusiva publicitaria de la cadena también controla la gestión y administración de las emisoras de la Iglesia.

Echar a los obispos

Un miembro de la cúpula eclesial no cree que la agresividad de tertulias y comentaristas sean meros ejercicios casuales, propios de la independencia y libertad de sus empleados. Para este obispo, la línea actual de la COPE tiene el objetivo de echar a la Iglesia: "Esto es una estratagema para incomodar cada día más a la Conferencia Episcopal hasta que ésta vea que no le vale la pena aguantar tantas polémicas y así forzarla a vender su mayoría en la cadena".Ante la falta de respuesta de la Conferencia Episcopal, algún obispo estudia individualmente cómo acabar con la situación, que califica de indefensión. Una de estas posibilidades es la desconexión de la emisora de su diócesis. Aparte del paquete accionarial de la Conferencia Episcopal, hay acciones propiedad de las diócesis y de órdenes religiosas. Hasta ahora, la actuación del sector eclesiástico en la COPE ha sido monolítica, pero, en el momento actual, diócesis y órdenes religiosas empiezan a buscar una salida particular a una situación cada vez más incómoda.

El Estado le dará a la Iglesia este año 18.000 millones de pesetas, 3.000 más que el pasado año.