'Boinas verdes', lo más duro de la milicia

Los grupos de operaciones especiales, conocidos como guerrilleros o boinas verdes, constituyen la unidad más dura del Ejército de Tierra, a excepción quizá de la Legión. Forman parte de la lista de destinos que el Ministerio de Defensa consideró en su día vetados para las mujeres.Su misión más conocida es la de infiltrarse tras las líneas del adversario para obtener información, realizar acciones de sabotaje, liberar o tomar rehenes, o señalar objetivos para la aviación propia. La guerra del Golfo demostró que los aviones espías y la guerra electrónica no pueden sustituir al elemento humano.

El Ejército cuenta con seis grupos de operaciones especiales -uno por cada región militar-, además de una companía en Baleares y dos en Canarias.

Dichas unidades se nutren de los soldados que cumplen el servicio militar obligatorio y que eligen voluntariamente incorporarse a los boinas verdes, cuya imagen se presenta rodeada por un halo de aventura. La instrucción de los soldados puede incluir desde normas para sobrevivir durante varios días en el bosque sin alimento hasta la fabricación de explosivos, motivo por el cual el Ejército intenta controlar que entre los aspirantes no haya simpatizantes de ETA.

El Ejército tiene el proyecto de profesionalizar los boinas verdes, disolviendo todos los grupos de operaciones especiales salvo el GOE-III, con base en Rabasa (Alicante), y la Bandera de Operaciones Especiales de la Legión (BOEL), con base en Ronda (Málaga).

El proceso de potenciación del GOE de Alicante ha comenzado ya con la incorporación de los primeros soldados profesionales, procedentes de las últimas convocatorias. Unos 30 miembros de esta unidad han sido enviados a Bosnia con la Agrupación Madrid, en sustitución de los legionarios de la BOEL que acompañaron al anterior contingente de cascos azules.