Un industrial muere por una brutal paliza de dos hombres que robaron el bolso a su mujer
Carlos Herrero Velasco, un industrial de 60 años propietario de un taller de cerrajería, fue brutalmente golpeado hasta la muerte por dos atracadores que en la madrugada del sábado intentaron robar el bolso a su mujer, Dionisia Lobo. Una pareja de inmigrantes les abordó cuando caminaban por la calle del Almendro. La víctima intentó evitar el robo, pero los dos individuos le golpearon en la cabeza hasta huir con el bolso. Poco después, una patrulla de la Policía Nacional que ignoraba los hechos abordó a los supuestos homicidas y recuperó el bolso, pero no pudo detenerles.
El matrimonio Herrero había cenado el viernes en un restaurante de la calle de la Cava Baja. Hacia la una de la madrugada, caminaba para recoger el coche por la estrecha calle del Almendro. Dos individuos comenzaron a acecharles. Al momento se abalanzaron sobre la pareja. Uno de ellos cogió el bolso de la mujer. El marido reaccionó y agarró a uno de los atracadores. Después de un forcejeo, Carlos cayó al suelo. Tendido en la acera, entre un coche y la pared de un garaje, los dos asaltantes, que según fuentes policiales son de origen magrebí, comenzaron a golpearle con violencia en la cabeza y el cuerpo.La víctima, que tenía tres hijos y vivía en el barrio de Aluche, aguantó una decena de golpes hasta que el asaltante se zafó de él. Con el botín entre las manos, los dos tironeros huyeron hacia la plaza de San Andrés. Kiko, un vecino de la calle del Almendro, fue testigo del asalto. Desde su ventana contempló estremecido cómo "el más bajo de los dos, que tenía el pelo rizado, pegaba bruscamente en la nuca al hombre. Luego huyeron rápidamente".
Intervención policial
Los dos tironeros estaban anoche en paradero desconocido, aunque estuvieron a punto de ser capturados después del asalto. Un coche camuflado de la Policía Nacional sospechó, sin conocer el asalto, de los dos individuos, cuando miraban detenidamente un bolso de mujer. Cuando los agentes fueron a identificarles comenzaron a correr. En la huida la policía recuperó el bolso, pero los hombres escaparon.
Ayer, los vecinos de la calle estaban aterrorizados, ya que habían sido testigos del dolor de la mujer después de que lossupuestos homicidas huyesen. "Mi marido, mi marido", la escucharon decir entre sollozos y arrodillada ante su cuerpo. A las dos menos cuatro de la madrugada llegó una ambulancia pero los enfermeros no puedieron hacer nada. Hallaron sin vida el cuerpo de Carlos. Los golpes recibidos le habían provocado un fuerte traumatismo y una parada respiratoria. Mientras, su esposa era trasladada al hospital Clínico con una fuerte crisis nerviosa.
No ha sido éste el primer tirón del que son testigos los vecinos de la calle del Almendro. En las dos últimas semanas, varias personas han sido asaltadas por inmigrantes, según denuncian varios residentes de la zona. Una mujer, María Gonzalez, inquilina del número 10 de la calle, comentaba ayer atemorizada: "Esto es una vergüenza, a mí me intentaron robar por el mismo procedimiento el rnartes". Los residentes del barrio de los Austrias aseguran que últimamente sufren una ola de asaltos debido a que deambulan por allí maleantes y pequeños traficantes que antes merodeaban por las plazas de Santa Ana y Tirso de Molina.
