'Paparazzi' municipales
Yo creía que muchos años antes de llegar a España las democracias y las dictaduras se había conseguido suprimir en este país la tan arraigada costumbre del escarnio público como justo castigo a un evidente delito. Ahora leo con sorpresa en EL PAÍS del 4 de febrero que agentes municipales, respaldados por su consejería de turno, asustados por su propia ineficacia en hacer cumplir las leyes, han decidido recuperar el vetusto hábito aliñándolo con todos los avances de la técnica (vídeo, teleobjetivo, coche camuflado y rubia platino en programa de máxima audiencia). Eso sí, sólo se empleará para punir infracciones tan graves como mear, escupir, tirar mondas de naranja, que se te caiga la ceniza al suelo o que tu perro sea un poco guarrete. Se da por supuesto que los abogados dirán que no es delito y el concejal dormirá todas las noches soñando: "¡Qué listo soy, qué listo soy!".-