Viacom crea un imperio empresarial de comunicación al comprar el 75% de la histórica Paramount

La victoria de Viacom Inc. -una gran compañía de televisión por cable- en la lucha por el control de la histórica Paramount Communications pone punto final a una de las batallas empresariales más dramáticas de los últimos años en los Estados Unidos. En la puja por la Paramount, Viacom ha llegado a ofrecer un mínimo de 9.500 millones de dólares -cerca de un billón y medio de pesetas-, frente a la oferta de la empresa QVC, que llegó a la medianoche del lunes, cuando vencía el plazo, hasta la suma de los 8.900 millones de dólares.En este pulso, que ha durado cinco meses, el adversario era QVC Network Inc., una empresa de ventas por televisión dirigida por Barry Diller, el hombre que convirtió a la Fox en la cuarta gran cadena de la televisión estadounidense.

Summer Redstone, presidente de Viacom y protagonista, junto con Barry Diller y el presidente de Paramount, Martin Davis, de una batalla en la que han jugado considerablemente las rivalidades personales, anunció ayer a bombo y platillo la creación de un imperio de la comunicación y el espectáculo: "Crearemos una central de comunicaciones globales de dimensiones inédita?, aseguró Redstone, que fijó el día de ayer como el comienzo de la nueva gran empresa.

Wall Street, sin embargo, sensible a los análisis que prevén algunas dificultades financieras en la operación, castigó a Viacom con un descenso de dos puntos y medio en el valor de sus acciones.

Aunque el control del grupo Paramount se obtenía con el 50,1% de las acciones, al final Viacom logró casi el 75% de Paramount y anunció que mantiene una oferta abierta por el resto.

Precio caro

Para reunir la combinación de dinero en efectivo y acciones de Bolsa que hacían falta para la compra, Viacom ha tenido que iniciar un proceso de fusión con Blockbuster Entertainment, un gigante del alquiler de vídeos con una red de distribución con ramificaciones por todo el país.En las últimas horas, algunos accionistas de Blockbuster han expresado su preocupación por el volumen del bocado y el riesgo de que se indigeste la operación, en la que se habría sobrevalorado "ridículamente" el valor de la Paramount, según Larry Haverty, de State Street Research, que posee más de tres millones de acciones de la mencionada Blockbuster.

Entre otras cosas, Paramount Communications incluye el legendario estudio de producción cinematográfica Paramount Pictures, la editorial Simon and Schuster y dos conocidos conjuntos deportivos de Nueva York: los Kniks, de baloncesto, y los Rangers, de hockey sobre hielo.

Paramount podría convertirse en una fuente de grandes beneficios cuando las redes de televisión interactiva propongan a sus abonados varios cientos de cadenas y la posibilidad de contemplar la película deseada. Los grandes grupos de telecomunicaciones han comprometido cuantiosas inversiones para el desarrollo de esas redes, que antes del año 2.000 deben formar parte de las llamadas autopistas de la comunicación.

Esta batalla financiera comenzó en septiembre pasado, cuando Viacom presentó una primera oferta en firme por la Paramount. Cuando la operación estaba prácticamente cerrada, QVC planteó una oferta hostil. Lo decisivo para resolver el conflicto fue la recomendación del consejo de administración de Paramount a sus accionistas en favor de Viacom.