Vergüenza ajena

Eso es lo que siento, vergüenza ajena de los medios de comunicación, sobre todo escritos, por la ausencia de información sobre el sindicalista muerto en Burgos el 27-E víctima de un conductor ebrio -eso es lo que dicen-cuando ejercía su derecho a manifestarse libremente. Me imagino las páginas que se habrían escrito si esa persona, en vez de morir en Burgos, hubiese sido en Barcelona, Bilbao o Madrid. Una vez más se demuestra que los españoles no somos iguales ante nada, ni siquiera ante la prensa escrita, dependiendo sobre todo de nuestro lugar de nacimiento o residencia. Por mí tampoco hubieran dicho nada: soy salmantino. Descanse en paz-