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Clinton advierte que EE UU puede desatar hoy mismo una gerra comercial contra Japón

A. CAÑO / J. J. AZNÁREZ, El presidente norteamericano, Bill Clinon, advirtió ayer a Japón que tiene que coordinar su economía con la del resto del mundo y admitió que una guerra comer cial entre las dos principales potencias económicas del mundo puede desatarse a partir de hoy mismo. Bill Clinton declaró que Estados Unidos sigue "considerando otras opciones menos radicales, aunque sin descartar la guerra comercial". La crispación en las relaciones comerciales ha zarandeado la Bolsa de Toldo, que en la sesión de ayer perdió 531 puntos por el fracaso de la cumbre del pasado fin de semana.

Clinton pide a los japoneses que reflexionen sobre su actual políica. "Han llegado [los japoneses] a un punto de crecimiento y de fortaleza en el que ya no es aceptable, ni para sus consumidores ni para todos nosotros, que sigan con una política radicalmente diferente a la de todos los demás países avanzados", dijo el presidente norteamericano tres días después del fracaso de su reunión en Washington con el primer ministro japonés, Morihiro Hosokawa.Bill Clinton declaró que "es posible" una guerra comercial con Japón para forzar a ese país a tomar medidas que reduzcan los 50.000 millones de dólares de superátiv japonés en su comercio con Estados Unidos. El presidente norteamericano no quiso precisar si esa guerra puede comenzar hoy mismo, cuando el Gobierno estadounidense decida respecto al acceso de la empresa Motorola al mercado japonés, pero reconoció que "este es un buen ejemplo para ilustrar el problema al que se hace frente".

Las autoridades norteamericanas consideran que el Gobierno nipón ha violado un acuerdo de 1989 que abría el mercado japonés de los teléfonos celulares a los productos norteamericanos, y están dispuestas a tomar medidas de represalia si, en un análisis que debe concluir hoy, se confirma que se han puesto obstáculos para la venta de Motorola.

Bill Clinton considera que la política económica japonesa está dificultando el crecimiento en Estados Unidos y en Europa, y cree que ha llegado el momento de hacer frente a esa situación de forma más enérgica.

Pese a ello, un informe presentado ayer por el presidente al Congreso afirma que la economía norteamericana tiene suficiente vigor como para seguir creciendo en los próximos años siempre que los tipos de interés a largo plazo se mantengan bajos.

Las dificultades propias de la recesión japonesa y de la actual transición política, unidas a la crispación de las relaciones comerciales con Estados Unidos, están zarandeando la Bolsa de Tokio, que ayer sufrió una caída de 531 puntos tras el fracaso de la cumbre entre el primer ministro, Morihiro Hosokawa, y el presidente norteamericano, Bill Clinton.

Pero, más que el descenso del índice Nikkei, que se colocó en 19.459 puntos, preocupó la fuerte apreciación del yen respecto al dólar al filtrarse la posibilidad de sanciones contra Japón. La paridad de la moneda nipona quedó fijada en 105,68 puntos, después de haber perdido 2,56 y se acerca a un nivel denunciado como intolerable por las empresas exportadoras, que temen un descenso en las ventas al encarecerse sus productos. Todos sospechan que EE UU, al igual que ocurrió a finales de los ochenta y en agosto del 1993, favorecerá una tendencia alcista para castigar la rigidez negociadora de Hosokawa.

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