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Entrevista:

"Hay algo de esotérico en la adquisición de una joya"

Ha llegado San Valentín, que sabe mucho de joyas, pero no sé si armará la marimorena en el sector de la joyería tal y como se armó en los últimos días de 1993. Fue en esas fechas cuando más de cien joyeros y plateros de Madrid pusieron en marcha una idea que no pensaban que les iba a salir tan redonda, y más con los tiempos que corren: transportar todos ellos la pedrería, alhajas y demás caprichos preciosos desde sus comercios al palacio de Gaviria, donde mostraron en conjunto y a modo de inocente exposición todas las piezas con las que llenan sus joyerías y se ganan la vida. Fue un éxito que nadie esperaba. En sólo tres días pasaron por la muestra 7.500 personas para ejercer el voyeurismo ante tal conglomerado de joyas, que hasta a la perla más grande del mundo se le permitió estar por allí coqueteando desde una vitrina. También la Dama de Elche dejaba ver sin pudor la reproducción al completo de toda la pedrería con la que ella -que nunca se nos antojaba coqueta- se engalanaba originalmente para intentar tener un poco más de gracia o un poco menos de sosería. Todo se pudo contemplar de manera inocente, diciendo adiós a las miserias de 1993 entre ricos tesoros; pero, para sorpresa de todos, resultó que los mirones se convirtieron en los linces del calcetín, y aunque allí no se vendía sí se concretaron muchas citas previas, de manera que los días posteriores, y para sorpresa de todos, fueron bastante bulliciosos.Pregunta. Por tanto, se ha demostrado que la joya también ha enganchado a los devotos de las marabuntas en grandes superficies.

Respuesta. Sí, estoy convencido; ha influido esa afición del público por contemplar diversidad de género de una sola tacada. Iberjoya ya existe, pero sólo es para profesionales; ésta es la primera vez que se ha hecho una muestra así para el público en general.

P. Y ahora, como si estuvieran de oca a oca, llega San Valentín. ¿Todavía esto sigue funcionando?

R. Sí, es una fecha que se nota. Lo que más se vende es el reloj para el hombre y una variedad grande de anillos para mujer. De todas formas, en el sector se está a la espera de que se produzca una sorpresa, aunque no hay síntomas muy claros.

P. ¿Una joya es para siempre?

R. El concepto de eternidad es esencial. Las piedras preciosas y el oro del mundo son limitados, de manera que, al adquirir una pieza, tal vez su materia prima, transformada, provenga de cientos o miles de años atrás. El material es para toda la vida, por eso hay algo de esotérico al adquirir una joya. ¡Quién sabe si un pequeño pendiente de hoy fue en su día parte del ajuar de una momia o parte de un vaso o una copa de vino en la que bebió cualquiera!

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P. ¿El gremio de joyeros es el más lujoso de todos los conjuntos de artesanos?

R. El Gremio de Joyeros nace en 1572, siendo uno de los gremios mayores que fundara la Cámara de Comercio, junto con los lenceros, los sederos, los especieros y los pañeros. El hecho de ser los joyeros los que trabajan con una materia valiosa no transmite la valía a quien la trabaja. Hay mucha mitificación con estas cosas.

P. Con tanta firma conocida en la joyería italiana, dígame como contrapunto algún ilustre apellido madrileño.

R. En platería hay muchos: Durán, Montejo, Pasgorcy; después, como marca de joyería y que transmita una imagen española, Carrera y Carrera, que también es de Madrid.

P. Si se pusieran en una gran fila todas las joyas que hay en esta ciudad, ¿ocuparían del palacio de Oriente a la Puerta Alcalá?

R. ¡Y más lejos!

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