Los acuerdos de seguridad entre Israel y la OLP minan el apoyo palestino a Arafat
Para los delegados israelíes y palestinos que vuelven a la mesa de negociaciones en el balneario egipcio de Taba, la sesión de hoy será, más que nada, un procedimiento de rutina. Para Yasir Arafat, sin embargo, la reanudación de discusiones sobre el proyecto de autonomía en Gaza y Cisjordania abre una nueva y peligrosa batalla política. El presidente de la OLP, que la semana pasada firmó en El Cairo un "acuerdo de seguridad" con el ministro de Exteriores de Israel, Simón Peres, comprobó ayer que incluso sus aliados le dan la espalda.
El acuerdo de El Cairo, cuyos detalles deben ser acordados en Taba, ha dejado al jefe de la OLP a merced no sólo de sus críticos más acérrimos sino de quienes supuestamente tendrían que ayudarle. Un escueto comunicado del Partido Popular Palestino (PPP, ex comunista), que hasta hace poco defendía el proyecto de paz entre Israel y la OLP, reveló ayer cuan rápido avanza el de aislamiento de Arafat."El acuerdo de El Cairo impone el concepto israelí de seguridad", denuncia el comunicado del pequeño pero influyente PPP, que refleja el sentimiento de desilusión general. Según el último acuerdo, Israel mantendrá el control de las fronteras de Jericó con Jordania y de Gaza con Egipto; creará tres "zonas de seguridad" en Gaza para proteger los asentamientos judíos; reduce la "retirada" del Ejército a un "repliegue"; y controlará los caminos que comunican los asentamientos y el territorio israelí. No era esa la idea de los palestinos que bailaron en las calles hace cinco meses. Desde Siria, cuatro organizaciones guerrilleras del llamado frente del rechazo juraron intensificar la lucha armada en los territorios ocupados. En este sentido, un agente del Shin Beth la policía secreta israelí, murió ayer a consecuencia de las heridas recibidas cuando un comando palestino emboscó y tiroteo el vehículo en el que se encotraba en la localidad de Ramala, en la Cisjordania ocupada. Dos de sus acompañantes resultaron heridos en el ataque que fue reivindicado por el movimiento radical palestino Hamás.
También en Cisjordania, dos palestinos, supuestos colaboracionistas con Israel, fueron asesinados ayer por Hamás y por miembros de Al Fatah, la facción mayoritaria en el seno de la OLP. Otros dos palestinos fueron encontrados sin vida en Gaza durante el fin de semana, aunque nadie ha reivindicado sus muertes.
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