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Las comparsas de La Mancha arrasan con su fiesta en el desfile de carnaval

Los grupos de la capital pusieron la nota ácida con su alusión a la crisis y la guerra

Brasileñas de Tomelloso pusieron ayer el calor y el ritmo en el desfile del carnaval de Madrid. Vecinos de Arganzuela, el mensaje de unión entre los pueblos, y los cooperativistasde PSV, la protesta con su carroza de Alí Baba y los 40 ladrones. Un sol de poniente primaveral dio la salida a un desfile de carnaval dominado por las comparsas de La Mancha, en las que recayeron todos los premios.Sus peñas llevaban motivos de fiesta, amor y diversión. Los grupos de Madrid, con disfraces menos elaborados, pusieron el toque más ácido con alusiones a la crisis o a los guerrilleros de Chiapas.

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El primer galardón de carrozas, dotado con un total de 500.000 pesetas, se lo llevaron los dinosaurios de Pequeñines, no gracias. La comparsa Ritmo bakalasáurico también arrasó y se llevó 300.000 pesetas.Comenzó el frío en la tribuna de autoridades, ubicada en la plaza Mayor. Ángel Matanzo, como todos los años, cedió caballerosamente su capa a la musa de los Carnavales, una Arancha del Sol ataviada con un recatado vestido medieval. Minifaldero, eso sí.

El concejal popular tampoco se cortó en obsequiarle a Arancha y a los padres de ésta unos barquillos madrileños.

Momentos antes de que comenzara el desfile, el nerviosismo y la ilusión de las 57 comparsas participantes contrastaba con la impasibilidad de muchos ciudadanos que ni se paraban a mirar.

Pero ya en la plaza Mayor, punto final del desfile (éste había arrancado en la calle de San Francisco el Grande) varios miles de madrileños se agolparon para contemplar la deslumbrante marcha.

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'Oso moroso'

No faltó el Oso Moroso, esta vez en comparsa, persiguiendo al alcalde. Pero el momento más tenso y que arrancó más aplausos emocionados del público llegó de la mano de los cooperativistas de PSV, que estos días mantienen un encierro en dos iglesias madrileñas.

Montados en un camión que les prestó ayer un amigo, clamaron por sus pisos y su dinero. Una casa a medio hacer y la simbólica Esfera Armilar, presidían otra de las carrozas.

Los manchegos tienen en Madrid una cita ineludible con el Carnaval. Pero después de la capital acuden a los desfiles de otros pueblos y ciudades en busca del premio que les permita invertir en trajes nuevos de fiesta para el próximo año.

Se pasan 12 meses,, contaban ellos mismos, elaborando las coreografías y las carrozas que les hagan brillar antes de la venida de la Cuaresma.

Ayer llegaron a Madrid en autobuses más de 10 peñas de Carnaval de Alcázar de San Juan o Tomelloso. Se vistieron y pintaron en la calle como profesionales. Y al terminar el desfile, nada de. irse de juerga. La mayoría volvieron a su pueblo o se fueron a descansar para estar en forma mañana en otro desfile de otra ciudad. Y triunfar.

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