Los musulmanes sólo aceptan hablar de la capital en el marco de un acuerdo global
Las negociaciones de paz de Ginebra sufrieron ayer un nuevo vuelco cuando el primer ministro de Bosnia, Haris Silajdzic, se negó a negociar el futuro de la capital, Sarajevo, con independencia de un plan de paz global que ponga fin a casi dos años de guerra. Pero Silajdzic no abandonará la ciudad suiza con las manos vacías, pues el Embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Charles Redman, le ha prometido ayuda para que estas negociaciones desemboquen en una solución aceptable".Redman declaró en el Palacio de las Naciones que su Gobierno iba a tratar "de reavivar el proceso, a fin de que se produzca el tipo de resultados que las autoridades bosnias han tratado de obtener". "Defendemos", añadió, "una buena solución negociada que tenga en cuenta las peticiones de los musulmanes bosnios".
El líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, obtuvo de la ONU la creación de una comisión internacional, integrada por expertos de cinco países para investigar la matanza del pasado sábado en Sarajevo. La comisión de militares de Unprofor (Fuerza de Protección de la ONU) estará dirigida por un canadiense e incluye a un francés, un español, un paquistaní y un ruso.
Pero Karadzic sufrió un revés cuando el Gobierno bosnio se negó a negociar separadamente el futuro de la capital. Karadz¡c había prometido a los mediadores internacionales en la Conferencia de Paz para la ex Yugoslavia, David Owen y Thorvald Stolten6erg, el pasado día 6, que vendría a Ginebra dispuesto a hablar de nuevo de la administración por la ONU de la capital bosnia y de su desmilitarización.
Las negociaciones de ayer entre el serbio Radovan Karadzic, el musulmán Haris Silajdzic y el croata de Bosnia Mile Akinadzic, se centraron los nuevos mapas de Bosnia, especialmente en torno a las 15 zonas que han hecho fracasar reuniones anteriores. Sarajevo y no se considera. El único progreso significativo fue el anuncio de que las conversaciones se reanudarán hoy.
Recaudación popular española
El presidente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Juan María Bandrés, y el Embajador de España ante Naciones Unidas, Fernando Valenzuela, entregaron ayer a la máxima responsable de la Alta Comisaría de Naciones Unidas para los Refugiados, Sadako Ogata, un cheque de 418 millones de pesetas para las actividades de la organización en Bosnia-Herzegovina, recaudado por el programa de TVE, ¿Quién sabe dónde?, que dirige Paco Lobatón.
El cheque de casi tres millones de dólares servirá para asistir a unos cuatro millones de refugiados en la ex Yugoslavia durante tres días. Ésta ha sido la mayor recaudación popular efectuada en Europa, lo que debería servir de ejemplo para el personal de la organización "para aprender a buscar recursos" dijo Ogata.
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