Madre de quinto

Una vez más se impone el "Estado de uso y abuso". Uso, pues al llegar la edad indicada de marchar al servicio militar se tiene la obligación de realizar, en un tiempo prefijado, una vida castrense, o bien un servicio social sustitutorio, asimismo obligatorio, a no ser que se quiera tomar el camino de la ilegalidad declarándose insumiso, con los consiguientes prejuicios y perjuicios sociales. Y abuso, porque en este ambiente te exigen pagarte los gastos de material necesario para realizar las maniobras y campamentos, a los que se debe ir obligatoriamente; en teoría, al ser un ejercicio obligatorio se debería recibir el material necesario para realizarlo: material de botiquín (vendas, alcohol, etcétera), cuerdas de escalada... Pues bien, todo este material lo paga el soldado, o mejor, la madre del quinto, que en unos casos cobra pensión de viudedad y en otros no dispone de esas 10.000 pesetas extras que supone este gasto adicional, cual si fueran los libros del colegio. Parece como si el Ejército español no tuviese dinero para hacer frente a estos gastos, o algún responsable se ha gastado el presupuesto y los quintos tienen que pagar el pato; en todo este ambiente de derroche, a los soldados profesionales se les sube el sueldo en un 25%.-