Clenbuterol

Según he oído y leído en algunos medios informativos sobre la intoxicación con clenbuterol, de los 127 casos, entre los que nos encontramos mi marido, mi hija Diana y yo, no había habido ningún ingreso.Y bien, pregunto yo, ¿acaso yo no soy nadie? He pasado un par de días en un hospital de Madrid, donde tuvieron que ingresarme con más de 140 pulsaciones por minuto, con un electrocardiograma descontrolado, unos latidos que parecía que en cualquier momento a mi marido, a mi hija y a mí nos iba a explotar el corazón y unos temblores con los que parecíamos muñecos a pilas descontrolados.

Cuento esto para que sepan realmente lo que hemos pasado.

Ha sido una auténtica tortura. Todo por culpa de gente sin escrúpulos que nos han envenenado sólo por ganar más dinero.

Lo único que pido es que paguen lo que han hecho y que esto no quede en el olvido, ni por parte de la justicia ni de la sociedad. Por nuestra parte, desde luego, no lo olvidaremos.

Quiero dar las gracias al doctor que nos atendió en urgencias; a Estrella, la enfermera; a Cristina de Lucas, y muy especialmente al doctor Pallarés, que me atendió los días de mi ingreso y tuvo la gran humanidad de vigilar cada día, de forma altruista, a mi marido y a mi hija.

Muchas gracias.-