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El tabaquismo de las embarazadas incide en la fertilidad de sus hijas

Isabel Ferrer

Fumar durante el embarazo no sólo entorpece el correcto desarrollo del feto, dificultando su oxigenación y reduciendo su peso ulterior. También daña la fertilidad de los bebés si éstos son niñas. Las hijas de madres fumadoras presentan un 29% más de probabilidades de tener su primera menstruación muy temprano, sufrir hemorragias mientras esperan su primer hijo y padecer abortos prematuros.Estos datos se desprenden de un estudio efectuado entre 1991 y 1992 por la Universidad de Bristol entre 15.000 mujeres de Avon (en el centro de Inglaterra). Presentado en Londres en el curso de una conferencia dedicada al tabaquismo en el embarazo, dicho trabajo indica que la nicotina altera las hormonas sexuales.

Según Jean Golding, catedrática de Pediatría y Análisis Perinatales en el Instituto Universitario de Salud Infantil, asociado a Bristol, el desequilibrio hormonal afecta a los órganos reproductores de las hijas hasta el punto de dificultar su propia fertilidad. Golding y su equipo han analizado el historial médico de las 15.000 mujeres involucradas en el estudio, así como de sus madres. Si estas últimas fumaban, el número y frecuencia de sus vómitos, de infecciones urinarias y de hemorragias aumentaba considerablemente hacia la mitad del embarazo. Entre las no fumadoras el segundo trimestre se considera el más tranquilo.

Los análisis de Golding incluyen también a los hijos varones. En su caso, el tabaquismo materno se traduce en defectos leves, como problemas en el correcto descenso de los testículos.

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