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La Complutense vive sus elecciones más movidas

Antonio Jiménez Barca

Los 130.000 alumnos, 5.000 profesores y más de 2.000 funcionarios que componen la comunidad universitaria de la Complutense están llamados hoy a las urnas para elegir sus representantes en el claustro y en las juntas de cada facultad. Las asociaciones de estudiantes creen que los universitarios de la Complutense se sacudirán en esta ocasión su tradicional apatía u que se superará el exiguo 12% de participación de la anterior convocatoria. Los candidatos estudiantiles han ocupado estos días los pasillos, programa en mano, para convencer a sus comnañeros.

Entre los elegidos para el claustro y las juntas de facultad sumarán más de un millar de representantes. En esta ocasión se han presentado más candidatos que en otras convocatorias electorales y la campaña, en las distintas facultades, ha sido más dinámica. Con todo, el número de estudiantes que voten difícilmente pasará del 20% de los 130.000 electores censados. Y si esto ocurre, será una cifra récord: en 1990 participó el 12% y en 1986, el 7%.Las últimas manifestaciones estudiantiles por la subida de las tasas han animado a las distintas asociaciones de alumnos a presentar a sus candidatos con más convicción, ya que se sienten reforzadas y un poco más conocidas por el común de los estudiantes.

En los pasillos de las facultades, los candidatos empleaban el viejo método del boca oreja.

En Filología, por ejemplo, el pasado martes, los candidatos de dos asociaciones, Atlántida y Colectivo de Estudiantes de Filología (CEF), hacían guardia, cada uno en su mesa, a la puerta del bar. "Oye, que hay elecciones, ¿sabes?", decía el representante de CEF a un estudiante que entraba en la cafetería. "Pues no; no lo sé", respondió el interpelado. Automáticamente se vio en la mano con una hoja fotocopiada en la que, a modo de programa, figuraban, además de los nombres de los candidatos, las carencias de las que, a juicio de esta organización, adolece la facultad. "Falta de fondos en la biblioteca, falta de calidad en la enseñanza, necesidad de aplicación de los planes de estudios", rezaba el programa.

Ha sido una campaña volcada en quebrar la indiferencia, el desinterés y el desconocimiento de la mayoría de los universitarios. "Sólo votan los amigos de los que se presentan.

Algunas de las asociaciones, como Aúpate, de la Facultad de Sociología, se han quejado de la fecha de estas elecciones. Argumentan que, con los exámenes de febrero a la vuelta de la esquina, los estudiantes no tendrán muchas ganas ni mucho tiempo de ir a votar.

A pesar de todo, se muestran optimistas en esta convocatoria: "Hemos hecho, nosotros como el resto de las asociaciones, más campaña que nunca. Cada una con el dinero que tiene. Algunas recibían subvención porque ya estaban representadas. Nosotros, que no recibimos ni un duro, la hemos sufragado con las papeletas de lotería de Navidad", decía ayer Javier Matrana, estudiante y candidato al claustro, miembro de la asociación Aúpate.

Los profesores, por el contrario, votarán masivamente.

"Hay que tener en cuenta que los profesores están aquí siempre y los estudiantes vienen a la Universidad con una sensación de provisionalidad que provoca que se interesen poco por las elecciones", explica Carmen Hernández, vicerrectora de Coordinación y presidenta de la Junta Electoral.

"No creo que exista ninguna razón para quejarse de la fecha de las elecciones. Si los estudiantes no van a votar será por falta de interés", dijo ayer Hernández.

"Un ejemplo de esta apatía que experimentan los estudiantes", prosiguió la vicerrectora, "es que les dije a mis alumnos que no podría venir a clase por que tenía elecciones y nadie me preguntó de qué elecciones se trataba".

En su lucha por desterrar la indiferencia, las asociaciones estudiantiles han insistido en la importancia de estas elecciones a la hora de buscar argumentos para convencer a los compañeros de que voten.

Una de estas razones: del claustro elegido hoy saldrá el nuevo rector antes de junio, fecha en que acaba el mandato del actual, Gustavo Villapalos, quien se presentará a la reelección.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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