Dos individuos asesinan a tiros en Pontevedra a un industrial, su esposa, su hija y la asistenta
Dos asaltantes mataron ayer en Pontevedra a balazos en la cabeza a un industrial, parte de su familia y la asistenta que trabajaba en la casa. Los fallecidos son el empresario gallego David Fernández Grande, de 57 años; su esposa, Pilar Sanromán, de 43; su hija Marta Fernández Sanromán, de 27, y la empleada del hogar Ana Isabel Costas Piñeiro, de 23. Los hechos ocurrieron en el chalé familiar de Priegue, del municipio de Nigrán (Pontevedra). Según las versiones policiales, los asaltantes -posiblemente profesionales de la extorsión- se llevaron 20 millones de pesetas y asesinaron a sus rehenes cuando estaban atados a unas sillas, después de que el empresario diera una señal de socorro.
Los otros dos hijos del matrimonio, David, de 22 años y Pedro, de 15, salvaron la vida y pudieron dar la voz de alarma cuando se había consumado la tragedia y se supone que los atracadores habían huido con el botín.El asalto comenzó, según la versión policial, a las ocho de la tarde del lunes, cuando los tres delincuentes accedieron al domicilio del industrial con intención de robarle o extorsionarle. Los agresores, que se hicieron pasar por policías, iban armados y retuvieron maniatados y amordazados durante casi 18 horas al matrimonio, a los tres hijos y a la criada. No hubo sefial alguna de alarma ni ruidos extraños en la vivienda durante la noche. En la mañana de ayer el industrial habló con su asesor fiscal y le pidió que le llevase unos talones por valor de 20 millones.
Disparos a la cabeza
David Fernández Grande recibió los talones, los firmó y ordenó a su colaborador que retirase el dinero. Éste entregó poco después el dinero en metálico al industrial y, de acuerdo con los datos ofrecidos por el Gobierno Civil de Pontevedra, fue poco después cuando se escucharon disparos en la casa. Al parecer, los criminales asesinaron a sus víctimas después de advertir que el empresario le decía en voz baja a su asesor que avisara a la Guardia Civil.
Los asaltantes dispararon a la cabeza de cuatro de sus rehenes tras atarles a unas sillas en habitaciones separadas, mientras dos de los hijos se zafaban de las ligaduras y daban la alarma. Los asesinos huyeron del chalé donde habían perpetrado la masacre en un Audi blanco de la hija del industrial, que abandonaron muy cerca para tomar otro automóvil, un Renault 19 verde.
Según el parte médico facilitado por el Policlínico de Vigo, SA (Povisa), David Fernández Grande, que ingresó ya cadáver en ese centro a las 14.15 de ayer, presentaba "orificio de entrada a nivel temporal izquierdo con salida a nivel frontal derecho, apreciándose estallido craneal con salida de masa encefálica". La hija del industrial, Marta, presentaba "orificio de entrada a nivel frontal derecho y salida a nivel temporal izquierdo, también con estallido craneal y salida de masa encefálica". La joven falleció tres horas después de ingresar en la clínica.
La esposa del industrial, Pilar y la criada, Ana Isabel, fueron trasladadas al hospital Xeral de Vigo, donde ingresaron cadáveres. No se facilitó parte sobre estas dos víctimas.
La policía y la Guardia Civil rastreaban al cierre de esta edición la zona para localizar a los asaltantes. Algunas versiones policiales afirman que podría tratarse de delincuentes profesionales. El industrial asesinado había sido hace algunos años vicepresidente del Real Club Celta de Vigo. Era propietario de una empresa del sector del mármol y granito. Todas las canteras de la zona permanecerán cerradas durante todo el día de hoy en señal de duelo y repulsa por estos crímenes.
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