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POLÉMICA SOBRE LOS NUEVOS ESTUPEFACIENTES

El "éxtasis pone en entredicho el conocimiento actual en drogas de diseño

Una sentencia de la Audiencia Nacional enfrenta a los expertos

El éxtasis es una droga blanda, según una reciente sentencia de. la Audiencia Nacional que la califica como sustancia "no gravemente dañina para la salud", en contra de la legislación internacional. Las discrepancias técnicas que han surgido en tomo a ello sólo han puesto de relieve el profundo desconcierto reinante sobre las llamadas drogas de diseño, capaces de inundar el mercado con cientos de variantes en poco tiempo, apenas cambiando una molécula de su composición.

Si estas drogas de diseño hacen más o menos daño que el alcohol, o el tabaco, es una reflexión legal poco frecuente, lo que induce a pensar a algunos expertos en toxicomanías que la división entre drogas duras y blandas, que introdujo el código penal español en 1983, obedece más a la: necesidad de penalizar distintas formas de narcotráfico que a los verdaderos efectos de cada sustancia sobre el organismo. "¿Cómo calificar entonces el. alcohol en esta sociedad hipócrita?', pregunta Fernando Martín Pinillos, jefe clínico de Medicina Interna del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid. "Tendríamos que decir que es una droga muy dura. El mono de la heroína no mata, pero el del alcohol sí", sentencia.

Defiendan o no la peligrosidad del éxtasis, todos los expertos rechazan la dicotomía entre drogas duras y blandas.El desconcierto empieza porque los técnicos no se ponen de acuerdo sobre si el éxtasis, un derivado anfetamínico denominado metilendioximentanfetamina (MDMA), es la píldora del amor o la píldora del bailarín o ninguna de las dos. Con ambas acepciones aparece en la literatura científica. Y lo peor es que existen informaciones completamente contradictorias sobre sus efectos en el organismo. El peritaje del químico Alexander T. Shulguin, profesor de Toxicología de la Universidad de Berkeley (EE UU), ha sido decisivo para admitir judicialmente la ausencia de peligrosidad de la MDMA. Y con él coinciden otros especialistas y consumidores que se refieren al éxtasis como una droga "elante", es decir, con un efecto de aletargamiento, pasividad y aumento de las percepciones sensoriales; de baja toxicidad, nula adicción y carente de efectos neurológicos negativos. "Sus efectos se diferencian claramente de los de las anfetaminas", explica José María Poveda, catedrático -de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid, que participó, junto a Shulgin en el peritaje de este caso. "El consumidor tipo es alguien que se sienta en un rincón y se pone a hablar poéticamente con el de al lado, bebiendo agua. No provoca trastornos psicopatológicos. Tampoco conduce a sobredosis, porque disminuye sus efectos positivos. Lo chocante es que se trate de un fenómeno tan light-

Psicosis paranoide

Frente a estos argumentos, va¡os artículos científicos publicalos en las prestigiosas revistas The Lancet, JAMA y British Melical Journal dan cuenta de al

enos 20 muertes en los últimos fios a causa del consumo de

DMA o éxtasis. Psicosis paraoide, fallo renal, coagulación ascular diseminada e incluso roblemas hepáticos son algunas e las complicaciones citadas en stos estudios en relación con el so de MDMA. A esta documentación, toda ella con casos y estudios anglosajones, se remiten todos los técnicos españoles consultados para argumentar la peligrosidad del MDMA. Ninguno de ellos aporta experiencias directas sonales sobre investigación o casos clínicos. "En los ser-

vicios de urgencia de los hospitales españoles no se han visto casos o problemas relacionados con el MDMA", reconoce Jordi Camí, catedrático de Farmaco-

logía de la Universidad Autónoma de Barcelona y experto en estupefacientes. "Suele ser una droga de fin de semana, y por eso el riesgo de dependencia es menor. Sin embargo, el problema es que puede iniciar un comportamiento que lleve a una conducta de toxicómano", afirma.

Los conocedores dicen que en España tampoco se consume tanto y que normalmente los quedicen tomarla están en realidad tomando otras drogas como MDA (el antecedente químico del MDMA y con mayor poder tóxico) o mezclándolo con anfetaminas o cafeína. Martín Pinillos se encuentra entre los especialistas alarmados por las consecuencias de la sentencia de la Audiencia Nacional. "No se puede lanzar el mensaje de que el éxtasis es una droga blanda, porque hay toda una literatura científica que habla de muertes"

convierten en populares y en los círculos en que ocurre. Cuando afecta a círculos juveniles, el, Gobierno se apresura a prohibirlas", asegura August de Loor, que colabora estrechamente con el Instituto Holandés de Alcohol y Drogas. A la cabeza de un equipo de trabajadores sociales, entra en contacto con los organizadores de los bouseparties, los puntos que se estiman de mayor consumo de éxtasis y que pueden conereaar hasta 25.000 ióvenes

La ONU clasificó el éxtasis en 986 entre las sustancias adictivas no permitidas para uso médico, una decisión que causó controversia entre varios expertos que la estaban utilizando en psicoterapia para ayudar a los pacientes a expresar sus emociones. Un año ntes, la Drug Enforcement gency (DEA), el organismo derecha contra el narcotráfico en EE UU, la había también incluido entre las sustancias prohibidas. Las razones. de ambas decisiones eran "sobre todo políticas", según los expertos que defienden su utilidad médica.

La doctora Deborah C. Mash, profesora de la Universidad de Miami (EE UU) y asesora de la DEA, se muestra realmente muy sorprendida por las conclusiones a las que ha llegado Shulgin. "No está claro cuáles una a ser a largo plazo las conscuencias del uso del éxtasis como una droga de entretenimiento", dice. "Algunos informes indican que produce toxicidad neuronal en monos y en ratas. No tenemosuficiente información para aseurar que esta droga no tiene efectos nocivos". En Holanda, el MDMA se ha onsumido impunemente hasta el pasado mes de julio, informa Sonia Robla. "Todas las drogas modernas han sido alguna vez legales, y su prohibición no depende de su potencial peligrosidad, sino de la manera en la que se convierten en populares y en los círculos en que ocurre. Cuando afecta a círculos juveniles, el, Gobierno se apresura a prohibirlas", asegura August de Loor, que colabora estrechamente con el Instituto Holandés de Alcohol y Drogas. A la cabeza de un equipo de trabajadores sociales, entra en contacto con los organizadores de los houseparties, los puntos que se estiman de mayor consumo de éxtasis y que pueden congregar hasta 25.000 jóvenes bailando. "Acudimos a las fiestas, donde instalamos una mesa para que se acerquen los jóvenes con sus pastillas. Más de un 95% de las que nos llevan están ya identificadas y podemos decirles en el momento de qué se trata. De acuerdo con los estudios del Instituto de Alcohol y Drogas los efectos de MDMA son menos fuertes y duran entre cuatro y cinco horas. Para el investigador del Instituto, Frans Jansen, en una opinión que comparten la mayor parte de los expertos en Holanda, el MDMA nao origina dependencia física ni psíquica, y asegura que no se sabe que produzca deterioros orgánicos graves ni psicopatologías apreciables. "Al igual que la nicotína o el alcohol, producen daño dependiendo de la cantidad y regularidad de su consumo" añade.

"Lo importante es quién, cómo, cuándo y en qué condiciones se consume", coincide Carlos Álvarez Vara, médico de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción. No se rasga las vestiduras frente a la palabra droga de diseño. "Ninguna de estas sustancias es inocua, pero el MDMA es de relativa baja toxicidad, semejante a la del alcohol o el hachís".

Antonio Escohotado, escritor y filósofo, dice haber aprehendido todo lo que tenía que aprender del éxtasis, tras haberlo consumido más de seis años. Lo que él defiende es "la ilustración farmacológica frente a la barbarie".

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