TRAJE DE ABRIGO.
No basta con ser elegante; hace falta dinero. Siempre han existido monas de seda y dandis de andrajo. Pero quizá no sea el caso, y se trate más bien de un "ande yo caliente", aunque sin público que se ría. En cualquier caso, es una contradicción más sobre las calles deMadrid, especialmente frías en este mes de enero.
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