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Un hijo de italianos encarna la renovación del Gobierno belga

Lluís Bassets

Un joven profesor de química de 42 años, nacido en Mons en una familia de mineros italianos, es, desde ayer, el nuevo viceprimer ministro del Gobierno de Bélgica, en sustitución de Guy Coëme, el político socialista que presentó su dimisión ante las sospechas de corrupción en la compra de helicópteros para el ejército.Elio di Rupo era, hasta ahora, ministro de Educación del Ejecutivo de la Comunidad Francesa y tuvo un gran protagonismo en la oposición europea a la inclusión de los audiovisuales en la Ronda Uruguay del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT). Se le considera como el rostro más renovador y moderno del socialismo valón y es uno de los políticos más populares en Bruselas y la zona francófona de Bélgica.

El nombramiento de Di Rupo estuvo acompañado de una amplia remodelación tanto del Gobierno central como del Ejecutivo de la Región Valona, donde el caso de los helicópteros Agusta ha producido también dos dimisiones: la del presidente regional Guy Spitaels, y la del ministro del Interior, Guy Mathot. El nombramiento de Di Rupo, a las 48 horas de la crisis, reequilibra la composición de un Gobierno en el que, neerlandóforios y francófonos deben contar obligatoriamente con seis ministros, uno de los ellos viceprimer ministro.

Coëme, que ha reiterado su inocencia, dimitió después de que un juez de Lieja, en el sur del país, le implicase en su investigación sobre las comisiones que habrían sido pagadas por la empresa italiana Agusta en relación con la venta ¿le helicópteros para el Ejército belga en 1988, fecha en la que era ministro de Defensa.

La coalición entre socialistas y social-cristianos tiene también su reflejo en los Gobiernos regionales, por lo que la terminación de la crisis en el Ejecutivo central estuvo inmediatamente acompañada del nombramiento de los nuevos cargos en el Gobierno regional de Valonia. Robert Collignon, un político regional encargado hasta ahora de la cartera de Ordenación del Territorio, es el sustituto de un elefante de la política belga como Spitaels, que ha ocupado prácticamente todos los cargos, incluida la presidencia del Partido Socialista, con la única excepción del despacho de primer ministro.

Aunque nadie puede descartar que alguno de los tres Guy regrese a sus antiguas funciones en caso de salir bien librados de la acción de la justicia, los nombramientos de ayer significan el lanzamiento a la política nacional de Elio di Rupo, uno de los políticos más populares entre los francófonos, que ha sido comparado con el ministro de Cultura francés, Jacques Lang.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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