Latinoamérica
Soy latinoamericano, con varios años de residencia en España, asiduo lector de EL PAÍS por considerarlo el periódico de, cobertura más cosmopolita de los diarios de España; sin embargo, siempre me ha producido un cierto malestar el lenguaje y la frivolidad con los que algunos periodistas suelen reseñar la información procedente del acontecer latinoamericano, específicamente lo relacionado con los temas políticos. En fechas cercanas, donde se informó sobre las elecciones recientes en Venezuela, inevitablemente se hacían conjeturas sobre la situación sociopolítica del país. Llama la atención que al referirse a uno de los candidatos que tenía posibilidades de triunfo, me refiero al candidato Andrés Velásquez, se le describa como un personaje "bajito, regordete y de rasgos indígenas" (EL PAÍS, 6 de diciembre de 1993). Pienso que el detallar este tipo de adjetivos a un personaje cuya actividad no está relacionada con los concursos de belleza no viene a cuento; creo que obedece a un estilo frívolo y con connotaciones racistas de analizar la vida sociopolítica de Latinoamérica.Y esta crítica la hago no precisamente porque considere que los rasgos indígenas sean indicios de inferioridad, sino porque sé que dentro de esta cultura occidental llena de prejuicios e ideas racistas lo relacionado con indígena se entiende dentro de un marco de inferioridad. Además, cuando se habla sobre alguna figura europea relacionada con la política jamás he leído que el personaje tenga "ojos azules y cuyos rasgos arios se demarquen en su semblante" o que la figura de cualquier político sea "rechoncha o ridícula". - Alejandro Rodríguez Andara.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.