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FIESTAS POPULARES

Cuatro pueblos prescinden de las vaquillas en sus festejos

Vicente González Olaya

Fresnedillas de la Oliva, Pedrezuela, Los Molinos y Canencia celebran hoy la fiesta de la vaquilla sin inferir ningún daño al "animal". El truco para evitarle los dolores al berraco es sencillo: se le sustituye por un armazón decorado con mantones, lazos y cintas de colores.La actual fiesta de la vaquilla es una mezcla de antiguos ritos paganos, en los que se conjugaban mascaradas invernales y jue gos populares con la festividad de San Sebastián. El falso choto recorre las calles del pueblo acompañado siempre de mozos y per sonajes típicos de la fiesta, que van ataviados con vistosos trajes y sombreros. Su misión es arremeter figuradamente contra vecinos y visitantes, mientras que el cortejo va pidiendo dinero a los asistentes. Sin embargo, las celebraciones no son idénticas.

En Pedrezuela (460 habitanes) hoy habrá tres protagonistas: "La vaca", "los vaqueros" y "los currumaches". "La vaca" es un armazón, a modo de tabla de planchar, adornado en su parte delantera con mantones de Manila, sábanas de encaje, y lazos coloreados. En su parte delantera lleva espejos, collares de perlas y una robusta cornamenta que simula la cara del berraco. El "animal" recorre el pueblo acompañado de dos "vaqueros" y "los currumaches", un grupo de vecinos vestidos con mantones y grandes cencerros a la espalda. Al anochecer, y ya en la plaza de toros, dos cartuchos anuncian que el choto a muerto. Los asistentes lo celebran con pan, anís y un baile. A esta fiesta han sido invitados 50 niños ucranianos, afectados por la explosión nuclear de Chernobyl, y que pasan unos días en Coslada.

Vaqueros y merienda

En Canencia (440 habitantes), el rito se repite con algunas diferencias. Los vaqueros reciben en este pueblo el nombre de "botargas". Estos ofrece vino a cambio de una propina con la que organizarán una merienda para el visitante.En Los Molinos (2.500 habitantes), tras la.celebración de la tradicional misa, los cofrades de la Hermandad de San Sebastián, pasean al "animal" por las calles de la localidad. Mañana, a las cinco de la tarde, la vaquilla será otra vez soltada. El "alcalde" de la Hermandad da muerte simbólica al animal disparando tres tiros de escopeta. Entonces el pueblo enfurecido, le persigue hasta el Ayuntamiento, en donde se refugiará. Desde su balcón, lanza un caldero de vino.

Las fiestas de Fresnedillas de la Oliva (460 habitantes) son las más ricas en elementos culturales y personajes. Además de la "vaquilla" se dan cita los "judíos" o "motilones" Góvenes ataviados con un mono de flores), "el escribano" (representa a los' antiguos mandatarios del pueblo) y "la hilandera" o "guarrona", un hombre vestido de mujer que, de manera escandalosa, demuestra su escasa virtud.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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