_
_
_
_

J. P. Morgan estudia oponerse a una posible reducción del capital social de Banesto

Victoria Carvajal

ENVIADA ESPECIALJ. P. Morgan no ve con buenos ojos la operación acordeón (reducción y posterior ampliación de capital) que los nuevos gestores barajan efectuar en Banesto. El banco de negocios, gestor y accionista del fondo Corsair -propietario de un 8% del banco-, que ha visto algo dañado su prestigio por su accidentado desembarco en Banesto, no aceptará la pérdida del valor de las acciones que implica la reducción de capital, aseguran fuentes próximas al banco. Un portavoz de la entidad aseguró que el banco no tomaría una posición oficial hasta conocer el plan de saneamiento del nuevo equipo gestor, que preside Alfredo Sáenz.

Más información
La firma norteamericana no descarta presentar un plan de reflotamiento alternativo al de los nuevos gestores

Los buenos resultados obtenidos por J. P. Morgan durante el año 1993 cayeron como agua de mayo en el número 60 de Wall Street, sede del banco norteamericano. Tras la avalancha de críticas sufridas desde que el pasado 28 de diciembre el Banco de España interviniera Banesto, el primer banco en el que invirtió el fondo Corsair que gestiona el banco norteamericano, el presidente de Morgan, Dennis Weatherstone, rompió el silencio el jueves pasado para anunciar un aumento del 52% en los beneficios durante el año pasado. No hizo mención al affaire Banesto.La delicada posición de Morgan, que hasta el último minuto apoyó el plan de saneamiento de Mario Conde y ahora desea asesorar al nuevo equipo gestor y al Banco de España en el rescate del maltrecho banco, ha llevado a la entidad norteamericana a cerrarse en banda en espera de que se conozcan las cifras definitivas del quebranto financiero y el plan de saneamiento.

Papel en la crisis

Morgan tiene por delante una tarea difícil: intentar influir sobre la autoridad monetaria y los diseñadores del nuevo plan para que la solución sea la menos traumática posible para los intereses de los 45 inversores que forman parte del fondo Corsair -en el que la propia entidad tiene un 10%- y que son propietarios de 10,26 millones de acciones.

El equipo que lidera Roberto Mendoza, uno de los tres vicepresidentes del banco responsable del desembarco de Morgan en Banesto, ha mantenido esta semana largas e intensas reuniones para intentar definir el papel que jugará el banco norteamericano en esta crisis. Reuniones que han contado con la presencia de Violy de Harper, la hasta ahora brazo derecho de Mendoza que se incorpora hoy al banco de James D. Wolfensohn, que preside Paul Volcker, anterior presidente de la Reserva Federal.

Si bien un portavoz de Morgan declaró que la entidad no se pronunciaría sobre las medidas del plan de saneamiento hasta que éste no sea definitivo, fuentes cercanas al banco que prefieren permanecer en el anonimato opinan que J. P. Morgan se opondrá con toda probabilidad a la operación acordeón que baraja el equipo del nuevo presidente, Alfredo Sáenz, y que podría reducir el valor nominal de la acción de 700 a 500 pesetas (casi un 30%). Esta reducción que podría ser aún mayor si ganan la batalla algunos de los grandes bancos presentes ahora en el consejo.

Las razones de Morgan: representa al principal accionista y lo natural es que se resista a que pierdan valor los títulos que posee -postura que contaría con el apoyo de gran parte del accionarado, entre ellos y como ya lo ha anunciado, el propio Mario Conde-. En segundo lugar, Morgan no preveía una reducción de capital en el plan de saneamiento que apoyaba y cuyas líneas básicas -aunque el deterioro de la situación aconseja su replanteamiento- sigue probablemente considerando válidas, a juicio de la misma fuente.

Sanear activos

Este plan, que el Banco de España consideró insuficiente, suponía realizar un saneamiento de los activos por valor de 265.500 millones de pesetas (correspondientes a créditos morosos, dotaciones de la cartera de valores y reclasificación de partidas contables), equilibrar el pasivo con una reducción de las reservas, de forma que al banco quedara con un déficit de recursos propios de 106.000 millones de pesetas que serían cubiertos con la emisión de deuda subordinada y la venta del 25% en el banco portugués Totta y Açores.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_