Muere en París a los 72 años el pianista Gyorgy Cziffra

El pianista de origen húngaro Gyorgy Cziffra, considerado uno de los más brillantes intérpretes de Franz Liszt (1811-1886), murió el sábado en París a los 72 años. Cziffra falleció a consecuencia de un ataque al corazón en su casa de Senlis, noreste de París. Cziffra, nacido en 1921 en Budapest, se exilió en Francia en 1956 tras la invasión de su país por la antigua Unión Soviética. En 1968, el pianista consiguió la nacionalidad francesa. Cziffra vivió los últimos años marcado por la muerte, en 1981, de su hijo Georges, también músico.

"Mejor que Horovitz cuando era joven"; "Liszt ha resucitado". En éstos y otros términos parecidos saludó la crítica francesa y vienesa la aparición de Gyorgy Cziffra. Venía de su país, Hungría, en el que se había hecho con el gran premio Franz Liszt, después de formarse con Von Dohnanyi y tras sufrir las penalidades de la guerra mundial, durante la cual cayó prisionero en 1941. Así, sólo seis años después pudo continuar sus estudios en Budapest con Janos Ferensik.Pianista precoz, no se presentó en los grandes centros europeos hasta 1956, cuando contaba 35 años. Pero la reacción del público y, como hemos visto, la de los críticos resultó excepcionalmente entusiasta. Pertenecía Cziffra, por vías de la sangre y de la tradición, a la escuela de Liszt, y las obras de este compositor húngaro encontraron en el entonces nuevo nombre un intérprete esplendoroso, fiel y renovador.

Si las Rapsodias húngaras sonaban en mano de Cziffra como algo fresco, nuevo e imaginativamente coloreado, los Estudios trascendentales eran dominados, como escribe Piero Rattalino, con ostentosa indiferencia. En otros dominios -el piano de Schumann, por ejemplo- Cziffra no obtuvo análoga unanimidad en el aplauso, pues si en cuanto a la técnica su Carnaval era fulgurante, el sentido de su poética parecía palidecer un tanto al lado de otros intérpretes que, acaso, no poseían su poderío técnico.

Virtuosismo europeo

Nacido en la capital húngara el 5 de noviembre de 1921 y nacionalizado francés en 1968, las interpretaciones de Gyorgy Cziffra representan por sí solas un capítulo en la historia del gran virtuosismo europeo. Su hijo, Georges (1942), llevaba una interesante carrera de director cuando murió tempranamente en 1981.