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Los 'barones' del PSOE reclaman que González les consulte para elaborar la lista de la dirección

Luis R. Aizpeolea

Los secretarios regionales del PSOE han pedido que Felipe González tenga en cuenta su opinión para elaborar la lista de la dirección del partido. Así lo manifestó este fin de semana, hablando en nombre propio, el presidente de la Comunidad Valenciana y secretario regional de los socialistas de esa región, Joan Lerma. Además de Lerma, que representa a la segunda federación con más militantes después de Andalucía, numerosos secretarios regionales creen que González debe despejar cuanto antes -esto es, en cuanto se celebren las elecciones de los 891 delegados que culminan este mismo mes- los criterios sobre su propuesta de dirección del partido "para evitar que el debate del Congreso del PSOE se crispe innecesariamente".

Secretarios regionales como el de Castilla y León, Jesús Quijano; el de Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, y el de Madrid, Teófilo Serrano, se han manifestado en similar sentido.La comparecencia prevista de González en la localidad castellano-leonesa de Magaz de Pisuerga el próximo día 28, un día después de la huelga general y tras la celebración de la inmensa mayoría de los congresos provinciales y regionales, puede ser una oportunidad para ello. "Para esas fechas ya tendrá claro el mapa electoral interno, el poder de renovadores y guerristas", manifestaron las fuentes consultadas.

Mientras tanto, y desde ayer, guerristas y renovadores disputan por provincias y regiones su poder. Los guerristas pelean por defender su presencia en la dirección y los renovadores, porque González tenga margen de maniobra para hacer una dirección a su gusto.

González ha dado un primer paso aclaratorio, a su manera, al anunciar que contará con Alfonso Guerra en la lista de la dirección si tiene el apoyo suficiente de los delegados. Con su mensaje, el presidente del Gobierno ha pretendido distender el clima crispado y de división entre renovadores y guerristas que se estaba creando en las distintas federaciones socialistas con motivo de la elección de delegados.

Joan Lerma y el ex ministro del Interior José Luis Corcuera -dos dirigentes que mantienen contacto frecuente con González- han dado las claves de este mensaje este fin de semana, al señalar que ante la grave situación de crisis económica por la que atraviesa España, los socialistas no pueden permitirse el lujo de ofrecer una imagen de división que añada aún más inestabilidad al país. "Es muy probable que haya inversores que estén esperando a ver cómo resuelve el PSOE su Congreso para decidir si invierten o no", dijo Corcuera el viernes por la noche en La Coruña.

Conflictos como el de las falsas afiliaciones de León, la utilización del peso de cargos públicos para condicionar el voto de delegados, como se ha dado en algunos casos en Andalucía, y los cruces de descalificaciones que empezaban a aflorar en la etapa precongresual han animado a González a dar ese paso, aseguran fuentes socialistas. "El aviso de que Guerra puede seguir desactiva muchos conflictos" y "además rompe la dinámica de un debate absurdo sobre si se prefiere a papá Felipe o mamá Guerra", coinciden en señalar las fuentes consultadas.

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Asimismo, el anuncio de la presencia de Guerra por González fortalece la autoridad del secretario general. "No es el peso mayor o menor de Guerra en el partido, sino la voluntad del secretario general quien lo decide", señalan secretarios regionales renovadores.

Pero el mensaje de González ha desconcertado a numerosos guerristas y renovadores, pese a que muchos de sus representantes se hayan manifestado a su favor. Un sector de guerristas teme que el mensaje de González sea un "regalo envenenado" y que el papel de Guerra en la Ejecutiva sea el de una mera figura decorativa, sometido al control del secretario general. Así, el presidente de la Junta de Extremadura, el guerrista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, se ha adelantado a señalar que Alfonso Guerra estará en la Comisión Ejecutiva del PSOE en función "de quien esté y para qué se esté".

Sin embargo, otro sector del guerrismo ha acogido la noticia con alivio. En este sentido, a algunos dirigentes guerristas que daban por perdida su continuidad en cargos de responsabilidad del partido se les ha abierto nuevas expectativas. Desde el sector renovador del PSOE se admite que el anuncio de Felipe González ha sido "un balón de oxígeno" para los guerristas en un momento crucial como es la elección de los 891 delegados que representarán a los socialistas en el congreso de marzo y que se inició ayer.

Pero también desde el sector renovador se cree que González mantendrá los criterios fundamentales de "primero renovación y luego integración". Para este sector, la desaparición de la capacidad de veto que ha tenido Alfonso Guerra en la elaboración de la lista de la dirección en anteriores congresos, garantiza las manos libres de Felipe González para llevar a cabo la renovación. Uno de los portavoces más cualificados de esta posición es el ministro de Exteriores, Javier Solana, quien opina que la integración no debe sacrificar la línea de renovación planteada por González o que "este Congreso no se puede cerrar en falso como el anterior" lo que viene a ser lo mismo.

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