"Los accionistas de Banesto pagarán lo que les corresponda en la crisis"
La búsqueda de salidas a la crisis de Banesto constituye uno de los principales problemas del sistema financiero español. La marejada en el sector bancario agrava las incertidumbres de la economía española que el próximo día 27 sufrirá el impacto de una nueva huelga general. Pese a todo, Pedro Solbes cree que ha pasado lo peor y este año ya se creará empleo.Pregunta. A medida que pasan los días, los datos que se conocen de Banesto son peores. Ahora se habla ya de un agujero de 700.000 millones. ¿Cómo puede ser que en dos semanas haya aumentado en 200.000 millones de pesetas?
Respuesta. Bueno, yo no creo que se pueda hablar todavía de un agujero de 700.000 millones. La impresión que yo tengo es que la inspección del Banco de España fue bastante exhaustiva y, en consecuencia, espero que el resultado final no estará muy distante de las cifras de la inspección.
P. ¿Cómo es posible que el Banco de España autorizase en julio la ampliación de capital y en septiembre, sólo dos meses después, descubriera el agujero de 500.000 millones?.
R. Yo creo que es perfectamente comprensible. Una ampliación que se realiza en julio se prepara mucho tiempo antes. El inicio de la autorización se produce a principios del año 1993. En ese momento sólo se dispone de la información del año 1992. Y cuando uno analiza las cifras del año 1992 ve claramente que un banco externo, y un banco de la importancia de Morgan, que, además, había estado analizando internamente Banesto, que participa en una ampliación de 90.000 millones de pesetas de forma sustancial, no cabe duda de que ayudaba a resolver el problema tal y como se detectaba antes.
P. ¿Hace falta que se produzca todo ese escándalo para que Hacienda investigue a unas personas de las que ya había información de que hacían operaciones muy complicadas y muy oscuras, algunas divulgadas, como las de la Unión y el Fénix?
R. Es conocido que el Ministerio de Hacienda nunca da información sobre la gente que está sometida a inspección o no.
P. Usted dijo que era probable que hubiesen trascendido las conversaciones que mantuvo el Banco. de España con los directivos de Banesto unos días antes de la intervención. ¿Piensa que hubo un mal uso de información confidencial?
R. No, no quiero que se interprete en absoluto que estoy prejuzgando que esas conversaciones se filtraron por directivos de Banesto; en absoluto.
P. También hubo conversaciones con otros banqueros.
R. Exacto. En principio, a lo que en aquel momento me referí es a que posiblemente alguien podía haber sabido que había conversaciones entre Banesto y el Banco de España. Pero eso es, como siempre, una intuición; esa intuición tiene que ser analizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que está trabajando sobre este tema.
P. ¿Quién pagará los platos rotos de Banesto?, ¿el Estado, es decir, los contribuyentes, o los accionistas de Banesto?
R. Creo que la primera aproximación es, sin duda alguna, que los accionistas de Banesto pagarán la parte que les corresponda. Segundo, el sistema financiero en su conjunto apoyará el reflotamiento de Banesto y, de hecho, lo está haciendo ya. Tercero, no está previsto en absoluto que haya aportaciones presupuestarias por parte del Estado.
P. Pero los bancos y cajas ya han dicho que no quieren poner un duro.
R. Existe un sistema, el del Fondo de Garantías, que establece, de acuerdo con ciertos criterios, la aportación de fondos cuando hay entidades financieras en dificultades. Existe también una práctica de cooperación en el sistema financiero cuando se dan problemas de esta naturaleza.
P. Pero si, al final, los bancos ponen dinero, ello repercutirá sobre los usuarios con más comisiones o sobre los tipos de interés.
R. No debería en principio repercutir sobre los tipos de interés, en mi opinión.
P. ¿Por qué en el caso de Banesto hay una especie de resistencia por parte de las autoridades a hacer un ajuste de la crisis tal y como establecen las reglas del mercado?
R. No hay una resistencia
P. Si hubiera que poner las acciones a peseta porque el agujero se ha comido las reservas y el capital, ¿ustedes se opondrían a eso?
R. Las autoridades no se oponen ni dejan de oponerse. Las autoridades lo que están diciendo es que aún no conocemos exactamente la cuantía del agujero. Ni conocemos las alternativas que plantean los los nuevos gestores y, por tanto, no prejuzguemos cuál va a ser la solución final.
P. En el caso de Banca Catalana, se vio claramente que se aplicaba una ley que pareció muy dura para muchos, pero que seguía este esquema: ha habido un administrador que ha hecho mal las cosas; las personas que han confiado en él deben pagar en primer lugar; si después no hay suficiente, se puede ayudar.
R. No cabe duda de que el caso de Banca Catalana es un precedente que estoy seguro de que el Banco de España tendrá en consideración para tomar las decisiones necesarias. Pero nunca una situación es exactamente igual a otra.
P. Pero aquí da la sensación como si se quisiera que Mario Conde o el fondo Corsair sólo pierdan una parte.
R. No, no, en absoluto. Si lo que me está planteando es si hay algún pacto, en absoluto. Es totalmente falsa cualquier suposición o cualquier posibilidad de pacto de ese tipo, y además hay muchos más accionistas de los que usted menciona.
P. ¿Va a repercutir la crisis de Banesto en la salida de la crisis
económica, y en qué medida?
R. Tuvimos un cierto temor en el momento en que se produjo la sustitución de los administradores, de que el tema fuese mal interpretado por los mercados internacionales. Sin embargo, ese punto está absolutamente ya, clarificado.
P. ¿Cuándo cree que la crisis de Banesto estará definitivamente solucionada?
R. Es muy dificil; es un problema que va a durar meses, si no años.
P. ¿Qué perspectivas tiene de recuperación la economía española, pero de verdad?
R. De verdad, sigo pensando que el año 1994 empezará con un crecimiento positivo en el primer trimestre. Es verdad que será un crecimiento lento, y sigo pensando que el 1,3 que en su día introdujimos en el presupuesto es una cifra posible. En términos globa les, las cifras que en su día esta blecimos en el presupuesto siguen siendo válidas.
P. ¿Incluida la inflación?
R. No deja de preocuparme, pero sigo pensando que el 3,5% es un objetivo posible si -y es un si, un condicional muy importante- si hay una razonable moderación salarial. Alcanzar un determinado objetivo de inflación depende de todos los agentes económicos y no sólo del Gobierno.
P. ¿Cómo cuantifica una "razonable moderación salarial"?
R. Lo óptimo sería un par de puntos por debajo de la inflación prevista. También le digo que dos puntos por encima de la inflación, como ha ocurrido en 1993, ni es moderación salarial ni contribuye a salir de la crisis.
P. Si se desbarata la inflación en este año, en 1994, ¿qué pasa con las pensiones?
R. Pues hay una cláusula de revisión prevista, y realizaremos en su momento la revisión de acuerdo con ello.
P. La reforma del mercado de trabajo termina con la convocatoria de una huelga general. Pero usted mismo ha dicho que esa reforma, por muy necesaria que sea, no crea empleo inmediatamente.
R. No he dicho eso exactamente. Y, desde luego, a medio y largo plazo, tengo clarísimo que va a ser positiva.
P. Ciñéndonos a 1994, ¿qué diría del empleo?
R. Estoy convencido de que, en términos absolutos, la reforma generará empleo en el año 1994.
P. ¿Cómo se espera el día 27?
R. La huelga es el resultado de una acción sindical para oponerse a la reforma del mercado de trabajo. Me preocupa en el sentido de que la situación de desempleo en este país nos demuestra que hay que hacer algo respecto al mercado de trabajo. Intentar que las cosas se queden como están, que es la opción de los sindicatos, creo que es una muy mala opción.
P. ¿Cuál va a ser su relación con los sindicatos el día 28?
R. Yo creo que la misma que ha sido siempre, aunque las decisiones sobre la reforma del mercado de trabajo corresponden ahora al Parlamento. Hay otros elementos que hemos planteado a los sindicatos y que estamos dispuestos a discutir. Hemos hablado de discutir un plan de moderación salarial para tres años; tendremos que hablar en su momento del nuevo sistema de pensiones.
P. ¿Cómo cree que va a afectar la huelga general a la economía?
R. Desde luego, no es bueno. Puede incidir negativamente en la situación económica y, por lo tanto, en el empleo, que es nuestra preocupación primordial.
P. Si la huelga no tiene el éxito que los sindicatos persiguen y salen debilitados, ¿el Gobierno estaría más cómodo?
R. Creo que no. Para el Gobierno, es enormemente útil disponer de unos interlocutores con los que se pueda pactar y negociar algunos temas. Sin embargo, en los últimos años ese aspecto fundamental de los sindicatos que es pactar no se ha producido nunca. Si de esta huelga general saliese un resultado final de más flexibilidad, en términos globales de unos y otros, para llegar a acuerdos, creo que sería positivo.
P. ¿Está admitiendo implícitamente que quizá el Gobierno tendría que haber sido más flexible?
R. Nosotros hemos sido muy flexibles. Hemos seguido prácticamente lo que los sindicatos nos han pedido. Dicho de otra forma, intentamos negociar desde el mes de julio el mercado de trabajo. No fue posible porque los sindicatos nos pidieron negociar previamente otros temas. Intentamos tomar la decisión, desde el 30 de septiembre, de acelerar la negociación y se plantearon una serie de retrasos que al final hicieron imposible el tiempo para la negociación, conociendo perfectamente que para nosotros el 30 de noviembre era una fecha límite porque si no no podríamos transmitir al mundo económico que las condiciones del mercado laboral cambiarían.
P. ¿Usted cree que la reforma laboral es lo que de verdad ecesita la clase mpresarial para rear empleo?
R. Es uno de los elementos importantes que se necesita para que se produzca inversión española y extranjera en España. Cuando uno habla con los inversores, una de las razones por las que en muchos casos se opta por invertir en otros sitios en vez de España es esa situación de rigidez del mercado laboral con la que se encuentra el empresario. No es una condición suficiente, pero sí necesaria para crear empleo.
P. Da la sensación de que con la reforma del mercado laboral el Gobierno ya ha hecho todo lo que tenía que hacer.
R. No, no. Con eso no terminan todos los problemas, ni es lo único que hemos hecho. Hay que seguir con la mejora y la liberalización en el mercado de servicios. Habrá que reflexionar sobre si el sistema fiscal español está adaptado a la nueva realidad o sobre si las dificultades de pagos que en estos momentos existen en parte son consecuencia de un concepto de morosidad que tal vez es excesivamente laxo en nuestro país. Son muchas, por tanto, las reformas estructurales pendientes.
P. Y el cambio de esa situación económica, ¿cuándo lo sitúa?
R. El primer trimestre del año 1994 debería tener ya un crecimiento positivo incluso en términos interanuales. ¿Cuán do este crecimiento positivo va a ser lo suficiente como para que los ciudadanos lo puedan apreciar? ¿Segundo, tercer trimestre, cuarto trimestre del año 1994? Es difícil dar una fecha exacta. Está claro que a partir de estos momentos ya se ve una cierta mejora de la situación.
P. ¿Ha servido el PSV en algún momento de arma o presión en la negociación del pacto social?
R. El Gobierno nunca la ha utilizado. Yo no sé si algún sindicato se ha sentido influido por este tema, pero, desde luego, por parte del Gobierno, se ha tratado de que no interfiriera. Y a los hechos me remito.
P. Tras las últimas declaraciones del vicepresidente Serra, parece que hasta que Nicolás Redondo no asuma toda la responsabilidad y se ponga de rodillas, esto no va a tener solución.
R. No, no, yo creo que no. Yo creo que cada uno tiene que hacer frente a las responsabilidades que tiene y punto, eso es todo. Es verdad que IGS, no PSV, IGS es una empresa en la que participa UGT inicialmente en minoría y posteriormente con el ciento por ciento, y que ha estado muy vinculada a UGT durante su periodo de actuación. Bueno, a partir de ahí, que cada uno pueda sacar sus conclusiones.
P. O sea, que está usted diciendo que UGT aún no ha reconocido plenamente sus responsabilidades.
R. Desde luego, en la medida en que UGT acepta avalar , para resolver el problema, los créditos que el Gobierno está dando para solucionar el tema de los depósitos del mercado hipotecario, creo que queda bien claro el esfuerzo de UGT. Y ese esfuerzo supongo que implica que UGT siente una cierta responsabilidad en este tema.
P. Sin embargo, UGT exige más apoyo del Gobierno.
R. Si lo que está planteando es ayudas del Gobierno a fondo perdido, no tiene ningún sentido. Pero creo que hay que pasar a la fase de parcelar PSV, de introducir una gestión correcta en cada uno de los casos, y creo que las viviendas pueden y deben construirse.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.