Cuba evita un compromiso firme con España para liberar a varios presos políticos

La viceministra cubana de Asuntos Exteriores, Isabel Allende, rehusó ayer comprometerse a satisfacer la petición del Gobierno español, que le fue formulada el miércoles, de que ponga en libertad a seis presos políticos antes de que a finales de marzo efectúe a España su primer viaje oficial el canciller cubano, Roberto Robaina. Allende, que concluyó una visita a Madrid, declaró en el curso de una conferencia de prensa que los nombres de los reos que figuraban en la lista que le fue entregada "no son nuevos".

La viceministra desmintió tajantemente que sus interlocutores españoles hayan supeditado la visita de Robaina a las excarcelaciones de prisioneros a pe sar de que le indicaron que deseaban que las liberaciones se produjesen en los dos próximos meses.Preguntada sobre las intenciones de su Gobierno con relación a los presos de conciencia, Allende echó balones fuera. Se preguntó si La Habana podía asumir la responsabilidad de entregar a España -las autoridades españolas sólo solicitan que salgan de la cárcel pero no de la isla- a, por ejemplo, "piratas aéreos que pueden poner en mala situación a España" si reanudan sus actividades delictivas.

Cuando el anterior titular de Exteriores cubano, Ricardo Alarcón, hizo en enero de 1993 su última visita a España, su homólogo español, Javier Solana, también le dio en mano una lista de seis presos políticos que deseaba ver liberados. A pesar de que Alarcón desmintió haber recibido tal solicitud casi todos ellos se encuentran en libertad.

"No nos preocupa", contestó la viceministra cubana, en respuesta a las preguntas sobre las repercusiones de la huida de Cuba a finales de diciembre de Alina Fernández, hija del comandante Fidel Castro, y de otros 3.500 cubanos que, a lo larizo de 1993, escaparon ilegalmente a EE UU. La cifra es la más alta desde 1980.

Allende restó importancia a esta emigración, que llegó a comparar con la que se produjo en España en los años sesenta hacia Alemania, y lamentó la "manipulación" que la prensa hace de ese fenómeno.

También quitó importancia a la labor de asesoramiento para liberalizar la economía cubana llevada a cabo desde agosto por el ex titular de Economía, Carlos Solchaga, y sus colaboradores. "Hemos recibido recetas de muchos países", afirmó la viceministra, dando a entender que la aportación española era una entre otras muchas.

Confirmó, por último, que en abril su Gobierno intentará organizar un diálogo con "la comunidad cubana en el exterior que tenga algo positivo que decir y que esté contra el bloqueo" de EE UU "y que respeten lo que queramos hacer los que estemos dentro".