El plan para la reforma del Palacio de Cristal carece de dinero

El Ministerio de Cultura ha prometido la rehabilitación y el acondicionamiento del Palacio de Cristal del Retiro como sala de exposiciones para "el presente año". Pero lo que no está tan claro es de dónde saldrá el dinero que hace falta para acometer las obras. El coste de los trabajos asciende a algo más de cuatrocientos millones de pesetas, según explicó ayer José Guirao, director de Patrimonio de Bellas Artes, organismo integrado en el Ministerio de Cultura y del que depende la conservación del edificio desde hace unos dos años.Para asumir los gastos, Cultura ha empezado a buscar patrocinadores, emulando la política del Partido Popular del Ayuntamiento, que ha dejado en manos de mecenas la rehabilitación de monumentos tan significativos como la Puerta de Alcalá.

El palacio se encuentra en un estado de deterioro avanzado. Es necesario eliminar humedades, restaurar la cenefa de azulejos y la cubierta de zinc que rodea la cúpula... Entre las muchas reparaciones necesarias, Bellas Artes se ha propuesto emprender una reforma completa que permita utilizar permanentemente el pabellón como sala de exposiciones. Para ello, tienen previsto cambiar todos los cristales -muchos de ell os ahora están quebrados- por otros irrompibles y que además eviten el paso de algunos "rayos solares perniciosos para cualquier obra de arte que se exponga en el interior", relata Guirao.

"Bellas Artes también tiene la intención de montar una instalación de aire acondicionado en los sótanos del edificio", según cuenta Fernando Perera, director del Centro Nacional de Exposiciones, dependiente de Bellas Artes. "La adjudicación de las obras de rehabilitación del Palacio de Cristal tendrá que esperar aún hasta los meses de mayo o junio", según Guirao.

Escasa vigilancia municipal

La dirección del Patrimonio de Bellas Artes salió ayer al paso de las acusaciones vertidas la pasa da semana desde los grupos de Izquierda Unida y del Partido Popular en el Ayuntamiento contra el organismo por dejar en abandono el Palacio de Cristal. Fernando Perera asegura que cada vez que se ha descubierto alguno de los cristales rotos, los han ido arreglando. "Lo que no es norinal", dice Perera, "es que haya una vigilancia tan escasa en el Retiro, en la que se amparan los gamberros que tiran piedras contra el edificio".El propio Palacio de Cristal del Retiro tiene dos vigilantes jurados que se encargan de la seguridad del edificio, pero sólo "de puertas adentro, porque fuera no tienen permiso", según explica Perera. "Es fariseo que se nos acuse de abandono, cuando el propio Retiro apenas tiene vigilancia, y se encuentra en muy malas condiciones por la acciones de los vándalos". Perera cuenta que al lado del palacio hay "una caseta antigua a la que han prendido fuego".