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Fracasa el primer intento de proclamar una región autónoma magiar en Eslovaquia

Las aspiraciones de proclamar una provincia autónoma húngara en Eslovaquia por parte de políticos radicales de la minoría étnica húngara han fracasado por ahora. Sin embargo, los líderes magiares están decididos a desatar una ofensiva política contra el primer ministro eslovaco, Vladímir Meciar, para lograr una situación especial que proteja sus derechos.El fin de semana pasado, por Miklos Duray, jefe del partido nacionalista húngaro Együtteles, trató de reunir a miles de personas en Komarno, 120 kilómetros al sureste de Bratislava, para "establecer el primer Parlamento de la provincia autónoma húngara". Pero la convocatoria sólo terminó en una resolución de protesta contra el Gobierno eslovaco, en la que se exige una "situación especial", y una mayor autonomía cultural. A la manifestación asistieron unas 3.000 personas, todos ellos dirigentes políticos locales, parlamentarios y alcaldes de pueblos del sur del país en la ribera del Danubio, donde vive la minoría húngara, unas 600.000 personas, que representa un 15% de la población eslovaca.

El nacionalista Meciar, conocido por sus ataques verbales en contra de la minoría étnica húngara, que ha advertido repetidas veces sobre el peligro "de los nacionalismos de las minorías", dijo que las intenciones de dividir el territorio unitario de Eslovaquia "son criminales". A pesar de las diferencias a viva voz entre el autoritario Meciar y el presidente eslovaco, Michal Kovac, esta vez estuvieron de acuerdo.

Respuesta legítima

Istvan Pasztor, alcalde de Komarno, aseguró que la proclamación de la autonomía era "inminente y una respuesta legítima" frente a los planes del Gobierno eslovaco de dividir el país en ocho regiones con Gobiernos locales. Pasztor criticó a Meciar por querer diseñar las fronteras de esas regiones, de tal forma que "en todas ellas los húngaros perderían la mayoría".

El Gobierno eslovaco ha provocado una radicalización en los partidos políticos de las minorías húngaras. Antes de firmar el Tratado de Asociación de Eslovaquia con el Consejo de Europa, el primer ministro prometió crear y cambiar leyes para proteger a las minorías, que no ha cumplido. Los partidos en la coalición gubernamental, el Movimiento para una Eslovaquia Democrática (HZDS) y el Partido Nacional Eslovaco (SNS), se han negado en el Parlamento a liberalizar una ley de nombres, que obliga a los húngaros a utilizar nombres eslovacos en documentos oficiales.

A pesar del tono agresivo nacionalista, de un 17% de desempleo y de la catastrófica situación económica de Eslovaquia, Meciar sigue siendo el político más popular del país. Su propio partido, el HZDS, en un acto que causó la burla de la oposición, le propuso para recibir el Premio Nobel de la Paz, junto a Václav Klaus, por la "división pacífica y civilizada de Checoslovaquia".

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