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Los periodistas de Hong Kong se autocensuran ante la futura devolución de la colonia a China

El 70 % de los profesionales piensan en los arrestos y expulsiones del régimen de Pekín

Juan Jesús Aznárez

China sanciona la práctica del la libertad de expresión con la detención e, el encarcela miento, como ocurre en Corea del Norte, Vietnam, Birmania, Singapur, Indonesia oBrunei. Dictaduras más desarrolladas lograron que la autocensura sustituyera los barrotes, fenómeno que comienza a observarse en Hong Kong, colonia británica que dentro de cuatro años revierte a sus antiguos dueños. Las encuestas indican ahora que el 70% de los periodistas empleados en sus 45 periódicos y 200 revistas tiemblan pensando en la llegada de los nuevos comisarios políticos.

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Desbandada o cautela de los empresarios de prensa

Los militantes anticomunistas denuncian que la prensa no asiste a sus conferencias por miedo a sufrir persecución después de, 1997. En todo caso, los medios de comunicación social de Hong Kong constituyen un observatorio privilegiado, que cuenta con la información más completa sobre la compleja evolución del proceso político chino.El partido comunista, q e rechaza cualquier reforma democratizadora en la colonia intimida ahora a los medios de comunicación del enclave para conseguir su docilidad cuando se produzca el desembarco. El control de la propiedad de aquellos no sujetos a la disciplina del régimen comunista es una de las fórmulas puestas en marcha para evitar el coste político de una represión más visible.

Al considerar Pekín como nacionales a los chinos de Hong Kong, el amordazamiento es fácil. Dentro de China, mientras tanto, prosigue la ofensiva contra las filtraciones y la entrada de ideas a través de programas enlatados, las antenas parabólicas o las publicaciones de contrabando.Endurecimiento

Algunos analistas sostienen que el endurecimiento es empujado por los cuadros del partido interesados en ganarse el apoyo de las facciones conservadoras, tras la muerte del Deng Xiaoping, que cumplió 89 años en agosto y sufre preocupantes achaques.

La apertura económica, tal como era de esperar, promueve fenómenos poco apetecidos por los dirigentes, que aceptaron a regañadientes el cambio.

Dado que la prensa local china no puede informar sobre muchos de los nuevos acontecimientos, no pocos periodistas, chinos comunican sus informaciones a sus colegas de Hong Kong.

Por otra parte, la censura en la cobertura de determinados asuntos internos de la colonia se sirve de leyes de cuño colonial. En 1952, un diario fue cerrado por reproducir el editorial de un periódico comunista.

Durante los meses previos a los cruentos sucesos de junio de 1989 en la plaza de Tiananmen, el corresponsal del periódico Wen Wei Pao, controlado por el partido, efectuó uno de los mejores seguimientos informativos de la intensa lucha registrada dentro del Partido Comunista Chino (PCCh). Pocas de sus crónicas, redactadas con la ayuda de sus conexiones en el aparato, hubieran podido publicarse en China.Detenciones y condenas

Las recientes detenciones de enviados especiales procedentes de Hong Kong, todos de origen chino y acusados de espionaje, y la sentencia de cadena perpetua dictada contra el funcionario que filtró un discurso del secretario general del PCCh, Jiang Zemin, por 100.000 pesetas, al cambio, indican el grado de libertad que puede esperarse de Pekín.

La periodista disidente Gao Yu fue arrestada el pasado mes de septiembre por filtrar "secretos de Estado a extranjeros", y XÍ Yang, redactor del diario Ming Pao, de Hong Kong, en septiembre, tras recibir datos de un empleado del Banco de China sobre la estrategia de la entidad. No ha podido recibir visitas de su familia ni de representantes del rotativo.

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