Desbandada o cautela de los empresarios de prensa
Las empresas periodísticas incontroladas por Pekín que editan diarios o revistas en inglés en Hong Kong han comenzado a maniobrar ante la inminente llegada de los censores y la certeza de que continuarán ejerciendo su labor en la todavía colonia británica. Unos deciden abandonar y otros extreman su cautela. También adoptan precauciones aquellos informadores que desean seguir viviendo en el territorio cuando pase a ser Región Administrativa Especial.El actual pulso entre el Reino Unido y China a propósito de la democratización pedida por el gobernador para los órganos de representación política de la colonia es uno de los asuntos de tratamiento más difícil. Los periodistas se moderan ya, temiendo ser identificados como beligerantes y pasar a formar parte de las listas negras del régimen, y la mayoría de las empresas anticipan una caída en beneficios y tirada.
Rupert Murdoch fue el primero en moverse con la venta del 34,9% de su mayoría accionarial en el diario South China Morning Post, considerado portavoz de las tesis británicas y claramente a favor de las reformas, junto con el Economical Journal. El resto de la prensa evita pronunciarse, para evitar enfrentarse a China y a la comunidad empresarial, o a la opinión pública, que en su mayoría es favorable a la creación de tribunas políticas para defender en el futuro el actual estilo de vida de Hong Kong.
"Evidentemente, no queremos que nuestro proyecto con STAR TV (la expansión en China) se malogre por la opinión de alguno de nuestros editores", reconoció el pasado 12 de octubre en la reunión anual de la News Corporation uno de sus miembros, que todavía conserva el 15% del Morning Post, la referencia informativa en Hong Kong y uno de los rotativos más saneados. del mundo: ingresos de 63 millones de dólares (casi 9.000 millones de pesetas), un 47% de beneficios netos, con una circulación de 110.000 ejemplares.
El nuevo movimiento registrado dentro de las redacciones comenzó con la salida del Sunday Morning Post de su director, Peter Lynch, poco después de que este medio pidiera en sus páginas perdón a China por la' publicación de una crónica en la que se afirmaba que ejecutivos bancarios y funcionarios del partido habían escamoteado en beneficio propio miles de millones de dólares. El nuevo hombre fuerte del diario es Robert Kuok, un multimillonario de Malaisia con buenas relaciones e importantes intereses en China.
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