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Los dueños de 'koffieshops' se protegen de los nuevos ataques por vender drogas

El 'cannabis', estimulante más consumido en Holanda, después del café y el alcohol

Los propietarios de los koffieshops (pubs donde se pueden adquirir drogas blandas para el propio consumo) han constituido la asociación de vendedores de cannabis al por menor, con el objetivo de tener una plataforma reivindicativa, convertirse en interlocutor válido ante las autoridades y, fundamentalmente, mejorar la negativa imagen que tiene el sector.

Los dueños de los locales se consideran ofendidos por las continuas acusaciones que sufren al ser considerados el primer escalón de los jóvenes adictos a las drogas duras. Por esta razón, han decidido canalizar sus reivindicaciones a través de la asociación, a la que, según su portavoz, R. Elzinga, ya se han afiliado unos 40 empresarios de todo el país.Según Elzinga, el hachís es, después del alcohol y el tabaco, el estimulante más consumido en Holanda, y calcula en más de un millón el número de personas que habitualmente fuma cigarrillos de marihuana o hachís.

Las autoridades holandesas pretenden desde hace años mantener una clara separación entre los mercados de drogas blandas y duras, para evitar que los jóvenes iniciados en el hachís frecuenten lugares de alta criminalidad. Por eso se tolera, a pesar de no estar legalizada, la venta en los koffieshops.

Sin embargo, las cosas cambiaron cuando hace poco más de un año el ministro del Interior francés, Paul Quilès, calificó la postura holandesa en materia de narcóticos de "vaga e imprecisa", y esgrimió estos argumentos para poner en duda la capacidad del país para acoger la sede de la policía europea, Europol. Esto y las continuas presiones de los países limítrofes, con Francia a la cabeza, han provocado en los últimos meses una política más restrictiva y el incremento del control mediante el cierre de algunos koffieshops.

Para Elzinga existe una falta de comunicación entre las autoridades encargadas de definir la política antidrogas y los propietarios de los koffieshops. Por eso pretenden ahora iniciar el contacto con la policía, el Ministerio de Justicia, la hacienda pública, los partidos políticos y las empresas de seguros.

Asesoramiento y ayuda

Los dueños de koffieshops quieren además elevar la calidad de los servicios que prestan estas empresas. La asociación está proyectando también la creación de un centro de información para asesorar y prestar la ayuda necesaria a los expertos en drogas blandas.Una iniciativa de semejantes características tuvo lugar el pasado año de la mano de S. Witteman, dueño de la cadena de koffieshops Grasshopper, una de las más famosas de Holanda. Witteman propuso un cambio de denominación de los locales, softs shops, para los que reunieran determinadas características de calidad. Se dio de bruces con la policía y el Ministerio de Cultura en su camino reivindicativo, porque no le fue permitido hacer ninguna publicidad para anunciar los locales, con o sin nuevo nombre, donde comprar el hachís.

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