Los rebeldes amplían sus ataques a otros dos Estados de México

Una semana después de que comenzara la sublevación de Chiapas, la guerrilla zapatista mantiene en jaque al Ejército mexicano. Los rebeldes realizaron ayer sabotajes en los Estados de Michoacán y Puebla, zonas más cercanas a la capital federal que a la región donde comenzó el conflicto.El Ejército se encuentra en estado de alerta ante posibles atentados, y el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari teme que los guerrilleros utilicen los 1.500 kilos de explosivos que robaron el día de Año Nuevo. Los más de 12.000 soldados desplegados en Chiapas no han logrado todavía sofocar la revuelta, y los zapatistas libran combates con las tropas gubernamentales en los alrededores de San Cristóbal de las Casas.

Salinas se dirigió ayer por televisión al país para ofrecer una amnistía a los campesinos sublevados en armas, que han sido "engañados", según él, por los cabecillas.

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