Relatos de horror de los supervivientes del motín de la cárcel venezolana
Los primeros testimonios de los supervivientes de la cárcel venezolana de Sabaneta son aterradores. Uno de ellos, un hombre de 40 años, con quemaduras de segundo grado en todo el cuerpo, relató en el hospital central de Maracaibo los horrores de lo vivido. El preso pudo ver como un grupo de reclusos, enloquecidos por la violencia que reinaba en la prisión, le cortaba la cabeza de un hachazo a un joven que trataba de huir de las llamas. "Después se pusieron a jugar al fútbol con la cabeza, gritando: 'Hay que matarlos, hay que matarlos", dijo el herido.Los muertos de la cárcel maracucha de Sabaneta, situada a 520 kilómetros al oeste de Caracas, siguen apareciendo entre los restos calcinados de la prisión, tres días después del final del motín más sangriento de la historia carcelaria de Venezuela. Ayer fueron rescatados otros 17 cadáveres de las cloacas de la cárcel, lo que aumenta el saldo oficial provisional a 150. La comisionada de la gobernación del Estado de Zulia, Liliana Méndez, cree que el balance final superará los 200.
La dificultad de saber cuántos murieron exactamente reside en la total ausencia de listas oficiales de reclusos registrados. Nadie sabe cuántos había con exactitud dentro del penal en el momenta, del motín. Las autoridades penitenciarias aseguran que en el momento del estallido del domingo había en Sabaneta 3.400 presos, cuando su capacidad teórica de 800. Esta es, a juicio de todos los observadores, la causa principal del motín: el hacinamiento. Los reclusos de una de las prisiones venezolanas del interior se declararon ayer de forma masiva en huelga de hambre para protestar por sus condiciones carcelarias.
La ansiedad de los familiares de los presos de Sabaneta es, grande. Las autoridades han hecho públicos los nombres de tan sólo 1.500 supervivientes, que sumados a los 150 muertos oficiales, hacen un total de 1.650, Falta conocer la suerte de otros 1.750. Los amigos y familiares que hacen vigilia permanente ante las puertas de Sabaneta están allí para reconocer los cadáveres que la Guardia Nacional saca por la noche, la mayoría de ellos calcinados e irreconocibles.
Riesgos de epidemia
Además del problema de la cuantificación de las víctimas, existe el peligro de una epidemia, por lo que las autoridades sanitarias han decidio vacunar a todos los habitantes del lugar.
La matanza de Sabaneta se originó por un ajuste de cuentas entre los indígenas guajiros de la etnia wayuu. Los responsables del incendio de los cuatro pabellones han sido trasladados a El Dorado, una cárcel situada en la selva del Estado Bolívar, en el extremo sur del país. Por coincidencia, en esta misma época, hace un año, los wayuu protagonizaron otro hecho sangriento cuando fueron apaleados por la guardia presidencial tras un aparente atentado contra el entonces presidente, Carlos Andrés Pérez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.