LOS PROBLEMAS DE BANESTO.
La Comisión de Valores admite la fusión con AGF, pero pide más información al grupo español
La Dirección ,General de Seguros infligió ayer otro revés a La Unión y el Fénix, aseguradora ligada a Banesto, al desvelar que en 1992 perdió 11.798 millones de pesetas, en lugar de ganar los 408 que había declarado y aprobado. Al tiempo, la Comisión de Valores aprobó su fusión con AGF Seguros sin OPA, pero a expensas de que La Unión y el Fenix envíe información adicional. También ayer, los consejeros de la Corporación Industrial pusieron sus cargos a disposición del nuevo presidente del banco, Alfredo Sáenz. La nueva dirección de Banesto busca, por su parte, la forma de evitar una fuerte reducción de capital para abordar el plan de saneamiento.
La inspección descubre casi 12.000 millones de pérdidas en La Unión y el Fénix
El consejo de administración de la compañía aseguradora La Unión y el Fénix admitió ayer que perdió 11.978 millones de pesetas en el ejercicio de 1992 en lugar de obtener unos beneficios de 408 millones, tal y como constaba en las cuentas auditadas por Arthur Andersen y aprobadas en su día por la junta general de accionistas de la entidad.El cambio de resultados de la compañía -el sexto grupo asegurador español por volumen de primas- ha sido el resultado de una inspección de la Dirección General de Seguros, que recomendaba unos ajustes contables por diversos conceptos de 20.000 millones, lo que deja las cuentas de 1992 con las pérdidas señaladas de 11.978 millones.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aprobó ayer, a la vista de las circunstancias, la fusión entre AGF Seguros y La Unión y el Fénix, así como solicitar información complementaria referente al ejercicio de 1993. Mientras tanto, se mantendrá la suspensión de la cotización de la aseguradora, decidida el pasado 30 tras su intervención.
La gestión de La Unión y el Fénix ha estado históricamente en manos de los hombres de Banesto, Tras el eje ejercicio de 1992, el hombre fuerte, Felipe Pujol, fue virtualmente apartado del cargo y sustituido, hasta la intervención de Banesto, por José Agustín Ferrín.
La inspección de la Dirección General de Seguros analizó durante largo meses la situación de la compañía y detectó operaciones contables dudosas. El rastreo confirmó que una parte de las mismas había alterado la imagen fiel del balance y la cuenta de resultados de 1992.
La primera conclusión, según fuentes del Ministerio de Economía, fue clara: era necesario revisar las cuentas de 1992, aún cuando tenían el visto bueno del auditor y habían sido aprobadas por la junta de accionistas.
Valor, cero pesetas
La inspección de Seguros profundizó en los trabajos de investigación y pudo acceder a un documento firmado entre Assurances Genérales de France (AGF) -que posee el 23,5% de la Unión y el Fénix- y Banesto -que tiene el 28,9% del capital- por el cual el banco cedía su participación a AGF por el valor de cero pesetas. La sorpresa fue grande: hacía sólo seis meses que Banesto y AGF habían acordado que, a cambio del citado 28,9%, la aseguradora francesa pagaría al banco con títulos de AGF como parte del proceso derivatización que pensaba acometer en su país.
¿Qué había pasado para que en menos de seis meses la participación de Banesto en la Unión y Fénix perdiese todo su valor? juventus conocedoras de las investigaciones han indicado a este periódico que surgieron indicios claros de que operaciones cruzadas, compraventa de activos inmobiliarios y diversos compromisos habían llevado a Banesto a acordar con AGF que el banco aportaría fondos, bajo la forma de créditos por unos 21.000 millones de pesetas para tapar diversos agujeros.
La maraña era tan compleja que tras aportar esos 21.000 millones, por razones desconocidas, Banesto recuperaba unos 7.000 millones. Por tanto su aportación de créditos a la Unión y el Fénix se quedaba en unos 13.000 millones de pesetas.
En la información facilitada ayer por La Unión y el Fénix a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no se hace mención alguna a los resultados de 1993, pero las primeras estimaciones, según informó este periódico, ver EL PAÍS del 29 de de diciembre) ratifican que las perdidas han alcanzado una velocidad de crucero de entre 11.000 y 13.000 millones.
La CNMV, que ayer aprobó la propuesta pendiente de fusión entre AGF Seguros (filial española de AGF) y la Unión y el Fénix, sin la presentación de una OPA, ha solicitado al mismo tiempo "información complementaria a dicha companía de seguros del impacto sobre la previsión del cierre del ejercicio 1993 y sobre los -recursos propios de la sociedad a dicha fecha de los ajustes".
Según la nota difundida ayer por la CNMV, La Unión y el Fénix tiene "unas reservas libres de 15.669 millones para compensar las pérdidas (contabilizadas por indicación de la Dirección de Seguros) y unas plusvalías latentes que se estiman en un mínimo de 18.500 millones". "La cobertura del margen de solvencia de la entidad [a finales de 19921 registra un superávit de 9.542 millones de pesetas para el ramo de vida y 3.978 millones para los ramos de no vida, lo que hace un total de 13.520 millones de superávit para el conjunto de la actividad".
El Banco de España tenía conocimiento de los informes que la Dirección General de Seguros había elevado al ministro de Economía, Pedro Solbes. La información que manejaba el banco emisor era, antes de la intervención, la de unas necesidades brutas de saneamiento de La Unión y el Fénix del orden de los 40.000 millones de pesetas.
Conde, en Madrid
Mientras tanto, el ex presidente de Banesto, Mario Conde, regresaba a Madrid, donde llegó a última hora de la tarde de anteayer en un jet privado, procedente de Sevilla. A lo largo del día de ayer, Conde se reunió con su grupo de asesores más directos y comenzó a preparar la respuesta a la intervención del Banco de España.
El encuentro tuvo lugar en la oficina de su abogado de confianza, Mariano Gómez de Liaño, y se prolongó durante todo el día. El único parón se produjo a la hora del almuerzo, que Conde realizó en su domicilio, según informa Europa Press.
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