La familia del hombre ajusticiado en La Jungla niega que los mismos agresores mataran a su hermano
La familia de Félix Bruno Silva, el hombre de 33 años que murió de dos disparos el pasado día 30, niega que esta muerte tenga relación con el ajusticiamiento de otro miembro de la familia, su hermano Honorio, en el poblado de la Jungla (distrito de Vicálvaro) en septiembre pasado.Honorio, de 29 años, murió por no respetar un destierro de un mes que le había impuesto la ley gitana a raíz dé una pelea con miembros de un clan rival, la familia Vargas Suárez, conocido como el clan de la Juliana. Días después de esa primera muerte, 12 miembros de ese clan se entregaron a la justicia y dos de ellos permanecen en prisión.
En aquella ocasión, todo el poblado pudo ver cómo una veintena de personas tiroteaban a Honorio (que iba desarmado, según declaró la familia) cuando se disponía a abandonar el barrio. Honorio había adelantado la vuelta a casa nueve días para pedir dinero.
La hermana de ambos, Lola, de 40 años, explicó ayer que los supuestos homicidas de Honorio, de 29 años, no pudieron tener nada que ver con la muerte de su otro hermano porque se encuentran en Extremadura.
No más muertes
"Ya hemos puesto un intermediario para aclarar las cosas", dice Lola, viuda, con seis hijos. Lola tenía cuatro hermanos varones, de los que sólo le quedan dos vivos. "No quiero más muertes", añade desde su luto riguroso. Lola también teme por su vida si no se aclara que ella no acusa a nadie de la muerte de Félix.En la información que publicaba ayer EL PAÍS se atribuían a Lola frases que ella niega haber proferido y en las que se apuntaba al clan de la Juliana como posibles autores de los disparos que acabaron con Félix.
"La periodista me malinterpretó, porque me preguntó si podían haber sido los mismos que mataron a Honorio y yo contesté que no sabía", explica Lola. «¿Cómo voy a acusar a alguien si no sabemos quién ha sido?", arguye.
"Cuando mataron a Honorio acusamos a los de la Juliana porque sabíamos que habían sido ellos", declara. Ahora la familia Bruno quiere evitar más problemas con el clan rival. "Si supiésemos quién mató a Félix, ya se lo habríamos dicho a la policía", añade.
En el poblado de la Jungla se especulaba ayer sobre las circunstancias de la muerte de Félix, casado y con cinco hijos de entre siete y 14 años. De momento sólo se sabe a ciencia cierta que recibió dos tiros en el pecho. Uno de ellos era mortal -le alcanzó el corazón-, según explicó a la familia un médico del hospital Gregorio Marañón, donde llegó agonizante y murió tras intentar una operación urgente. Ni siquiera se sabe dónde se produjeron los disparos, aunque se supone que no debió de ser lejos del hospital, puesto que todavía llegó vivo.
Incógnitas
El coche de Félix apareció en el poblado, según Lola, que cuando murió su hermano -alrededor de las 22.30 del día 30- se encontraba en un oficio religioso. ¿Quiénes pudieron agredir a su hermano? No lo saben, tampoco cuántos le dispararon; pero dudan que fuesen gitanos, "porque rápidamente se corre la voz".Tampoco se conoce la identidad de los que le llevaron al centro médico. "Los matadores, seguro que no", sentencia un amigo de la familia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.