El dibujante Enrique Herreros entra en el Museo Municipal y en el callejero

Enrique Herreros, artista fallecido hace 16 años, es desde ayer el único madrileño que cuenta con un jardín a su nombre en el barrio de Chamberí y una exposición permanente en el Museo Municipal. El creador, cuyas ilustraciones fueron portada de la revista La Cordoniz durante décadas, está considerado como uno de los mejores dibujantes costumbristas españoles del siglo XX.

Coincidiendo con el 90 aniversario de su nacimiento, el alcalde, José María Álvarez del Manzano, inauguró en la mañana de ayer el parque Enrique Herreros, situado en la esquina de las calles de Bravo Murillo y Cea Bermúdez. "Un parque siempre es esencial en la ciudad, y este rincón se lo hemos querido dedicar a este artista enamorado de la naturaleza", afirmó el alcalde. El dibujante, hijo predilecto de la Villa a título póstumo, murió en 1977 a consecuencia de las heridas sufridas en un accidente de montaña, a la que era gran aficionado.

En la sala permanente que desde ayer le dedica el Museo Municipal se podrán contemplar 35 dibujos y 15 aguafuertes de la serie Tauromaquia, que el hijo del creador ha donado para la exposición. En la sala han quedado fijadas escenas cargadas de ironía y ternura que el propio dibujante llamaba "Madrid inconnu".

Los dibujos de escenas matritenses van acompañados cada uno por una leyenda en la que se demuestra el sentido del humor de este creador nacido en el número 12 de la calle San Andrés. Títulos como A mí me parece que el frío es peor que el cáncer o Día de Todos los Santos, la viuda y la otra, plasman la ironía de este pintor costumbrista.

Sin embargo, fue su participación en revistas de humor, al lado de compañeros como Tono, Neville o Mihura, lo que le otorgó la mayor popularidad entre el público.

90 años

"Mi padre era esencialmente un hombre bueno que sabía hacer sonreír y pensar a la gente", afirma su hijo Enrique Herreros.El autor homenajeado, que en el caso de vivir, hubiera cumplido ayer 90 años, fue el descubridor de artistas tan importantes como Nati Mistral o Sara Montiel. "Aunque esta última lo niegue ahora. Mi padre le puso ese nombre porque sonaba a hebreo y, por lo tanto, más fácilmente exportable a Hollywood, y porque era manchega", dice su hijo.

Enrique Herreros era un gran especialista de El Quijote. Realizó las ilustraciones de tres ediciones diferentes de la obra de Miguel de Cervantes. Una de ellas fue dibujada en estilo cubista.

La directora del Museo Municipal de Madrid, Carmen Priego, asegura: "Estamos orgullosos de contar con esta importante colección de pintura costumbrista madrileña. Pero sobre todo de saber que personas como el hijo de Enrique Herreros son capaces de desprenderse de este tesoro de forma desinteresada".