El Gobierno alemán prohíbe la entrada de VIadímir Zhirinovski en el país
El Gobierno de Alemania prohibió ayer la entrada en el país del líder ultranacionalista ruso Vladímir Zhirinovski con el argumento de que su presencia podría dañar los intereses nacionales germanos. Zhirinovski tenía previsto pasar 18 días en Alemania, en visita privada y acompañado de un séquito de siete personas. Estados Unidos condenó ayer las declaraciones racistas del líder ultranacionalista ruso.
El fundamento de la decisión es el párrafo siete de la ley de extranjería, que estipula que se puede impedir la entrada de extranjeros en el país si perjudican los intereses del Estado alemán", manifestó ayer un portavoz del ministro de Exteriores, Klaus Kinkel.El líder del Partido Liberal Democrático de Rusia iba a viajar ayer a Berlín desde Sofía, la capital búlgara, cuyo Gobierno le había dado el martes 24 horas para dejar el país por considerar que había insultado al presidente Yeliu Yélev, al pedir su sustitución por uno de sus propios consejeros, y que había puesto en peligro las relaciones de Bulgaria con sus vecinos. Yélev calificó ayer de fascista a Zhirinovski y alegó que su expulsión de Bulgaria estaba totalmente justificada.
Buenas razones
Antes de anunciarse la decisión de prohibirle la entrada, Dieter Vogel, portavoz del canciller alemán Helmut Kohl, había adelantado que existían buenas razones para vetar el viaje de Zhirinosvki, quien hace dos años dijo que habría que lanzar la bomba atómica sobre Alemania si Bonn se inmiscuía en los asuntos rusos. "Una de las razones es que el Gobierno alemán no tiene interés en que Zhirinovski haga sus manifestaciones ultraderechistas en Alemania", señaló Vogel.Zhirinovski regresó ayer a Moscú, cuyo embajador en Bucarest fue convocado por el Ministerio rumano de Exteriores para recibir la protesta por las manifestaciones "extremadamente graves" del político ruso, quien el día anterior había manifestado en Sofía que Rumania es "un Estado artificial" habitado por "zíngaros italianos" que se había apropiado de territorios en Rusia, Hungría y Bulgaria.
A su regreso a la capital rusa, Zhirinovski tachó de "envidioso" al presidente búlgaro y calificó la decisión del Gobierno alemán de denegarle el visado de entrada de "provocación política". En su opinión, la gente en Bulgaria se acercó para saludarle, para abrazarle, para desearle larga vida. "Algo que nunca han hecho con Yélev", indicó el político ultranacionalista.
Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos condenó ayer las declaraciones "racistas y antisemitas" realizadas en los últimos tiempos por el líder ultranacionalista ruso. "Zhirinovski tiene un largo historial de declaraciones públicas inflamatorias. El Gobierno de Estados Unidos condena sin paliativos sus opiniones racistas, antisemitas y xenófobas, expresadas en varias ocasiones", señaló el citado portavoz.
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