El Gobierno discute con Jordi Pujol el futuro de los gobiernos civiles

El Gobierno condiciona el futuro de los gobiernos civiles a la división territorial de Cataluña. Éste es el mensaje que el delegado del Gobierno en Cataluña, Miguel Solans, transmitió ayer al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, partidario este último de suprimir la figura del gobernador civil.

Ambos políticos, que se reunieron dos horas, trataron también de las diferencias que ambas partes mantienen en relación al anteproyecto de ley de la policía autonómica elaborado por la Generalitat. Solans abogó por un acuerdo general que defina la policía autonómica no sólo en Cataluña, sino en las demás comunidades autónomas.

Si el Gobierno declaró rotundamente hace dos semanas que no suprimirá los gobiernos civiles en la presente legislatura -que, si se agota, acabará a mediados de 1997-, Solans intentó ayer encauzar el debate. Sin descartar ninguna posibilidad, lanzó la pelota al tejado de la Generalitat.

El mensaje del Gobierno a la Administración autonómica catalana fue claro: decídanse primero ustedes sobre la futura organización territorial de Cataluña y luego, en función de la nueva división del territorio, hablemos de los gobiernos civiles.