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Autonomías y Seguridad Social deben a Hacienda 452.000 millones por retenciones de sus empleados

Cuando una empresa no ingresa las retenciones de sus trabajadores debe solicitar el aplazamiento del pago o recibirá la visita del inspector de Hacienda. No ocurre así con las comunidades autónomas y la Seguridad Social que, por sistema, no efectúan estos ingresos en Hacienda en el plazo legal. El motivo es que el Estado tampoco es un buen pagador y la solución es que unas deudas se compensan con otras, pero sin intereses y sin sanciones y con criterios contables un poco a la medida. Este año, la deuda pendiente de autonomías y Seguridad Social asciende a 425.000 millones.

Según explica un ex alto cargo de Hacienda, que pide guardar el anonimato, "el problema es sobre todo ético; no se puede exigir a los ciudadanos que cumplan con sus obligaciones fiscales en tiempo y forma y tener al mismo tiempo estos recovecos en el sector público". Pero además, se produce una especie de mercadeo en el que se cambian unas deudas por otras con unos criterios contables que "son como las cuentas del Gran Capitán", afirma la misma fuente.Técnicamenel tanto el Estado como las demás administraciones públicas lo que obtienen es, en definitiva, una fuente de financiación sobre la base de lo que deben pagar y no pagan, lo cual no deja de ser una práctica poco ortodoxa. En un momento dado, las deudas se compensan de forma que el Tesoro público -que es quien realiza los ingresos y los pagos- compensa estas deudas con las del propio Estado.

Este sistema ya se ha seguido por las empresas constructoras que han llegado a acuerdos con el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo para compensar sus deudas con Hacienda o con la Seguridad Social con los pagos pendientes por parte del MOPT.

Tanto los ayuntamientos, como las autonomías y la Seguridad Social deberían ingresar las retenciones del impuesto sobre la renta de sus trabajadores con carácter trimestral o mensual, según su tamaño, igual que si se tratara de una empresa privada. Pero ya se ha convertido en una costumbre el que estos ingresos no se efectúan en los plazos legalmente establecidos a la espera de que se produzca la compensación de todos los años.

Sin sanciones ni intereses

Cuando se sobrepasan los plazos, Hacienda no exige que se cumpla el requisito de solicitar el aplazamiento de pago, como sí hace a las empresas en ese caso. Al final, no se aplican ni intereses de demora, ni sanciones. Tampoco se aplican estos recargos en las transferencias pendientes del Estado respecto de estas administraciones que normalmente son superiores y tampoco se suelen efectuar en los plazos debidos. Se trata pues, de una especie de tira y afloja bajo la máxima de "yo no suelto el dinero hasta que tú no me pagues".Éste no es el procedimiento que se sigue para el común de las empresas que no ingresan las retenciones de sus trabajadores. Si no quieren recibir la visita del inspector de Hacienda y arriesgarse a una sanción, la empresa debe presentar solicitud de aplazamiento de pago. Si Hacienda no la acepta por falta de garantías, se le da un pequeño período de tiempo para que ingrese la cantidad adeudada con los correspondientes intereses desde que debería haber pagado hasta que se efectúa. Si no se produce el ingreso, se inicia el procedimiento de apremio que conlleva un recargo del 20% sobre la deuda.

Este año por ejemplo, la Seguridad Social debe en concepto de retenciones del trabajo de sus empleados 270.000 millones de pesetas, según informó el secretario de Estado de Hacienda, Enrique Martínez Robles, el pasado miércoles en el Congreso. Las comunidades autónomas ya han pagado 113.000 millones de este ano pero les queda por ingresar otros 182.000 millones. En cuanto a estas últimas, Martínez Robles informó que ya se había firmado el correspondiente acuerdo de compensación.

Estas deudas son una de las principales causas de que los ingresos por retenciones del trabajo personal hayan caído hasta el mes de noviembre en un 3,6%, en relación al mismo periodo del año anterior. La razón de mayor peso es, no obstante, la caída del empleo que ha sobrepasado las previsiones oficiales. De final de noviembre al último día de diciembre quedan por ingresar otros 600.000 millones de pesetas para que se cumpla la previsión oficial realizada en septiembre pasado respecto de la recaudación del impuesto sobre la renta (4,81 billones).

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