Ventanas abiertas

Santiago Auserón comenzó una nueva etapa musical en un pequeño local de raigambre flamenca de Madrid. Artista significado de la música popular española de los últimos 15 anos por su propuesta artística y el afán de dotarla de carga intelectual, apareció en 1980 como cantante y cerebro de Radio Futura con el disco Música moderna. Cuatro años después, aquella nueva ola ya miraba al Caribe con la canción Semilla negra.El acercamiento a lo latino de Radio Futura fue cada vez más diáfano y, tras la disolución del grupo en 1992, la carrera de Santiago Auserón parecía tener claro el norte, sobre todo después de comprometerse e impulsar un disco que recopilaba a 19 artistas de la música cubana: Semilla del son.

Con este equipaje y casi en secreto, presentó en Casa Patas su propuesta en solitario: latina, acústica y sencilla. En esta primera e informal toma de contacto ante una audiencia casi familiar, Auserón se paseó por la cumbia la habanera, el rock, el reggae, el bolero, la salsa, el swing y, naturalmente, el son.

Con la rigidez de los estrenos, interpretó sus nuevas canciones, antes recordar al compositor Manuel Corona "para reconocer la deuda que los rockeros españoles tenemos con el son cubano". A su lado, un grupo de campanillas y original formación. Tino DiGeraldo y Luis Dulzaldes ofrecen una base rítmica de absoluta precisión, que descubre cierta falta de soporte armónico, no cubierto totalmente por la guitarra de El Bola y el contrabajo de Javier Colina. La voz tampoco está absolutamente integrada en la nueva música de Auserón, mucho más popular que antaño.

Problemas a resolver que no ocultan una saludable música de ventanas abiertas. Porque abrir ventanas es destruir la llave (no consta que haya guardado copia) que permite vivir con comodidad, rentabilizando un nombre (Radio Futura), y buscar el aire fresco de la raíz latina, tan escondida en la memoria por estos pagos.