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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El profeta del gol

Hace escasos días se cumplía el vigésimo aniversario del desembarco en España de Johan Cruyff, efeméride ampliamente comentada en los diversos medios, resaltando que supuso el final de una larga racha de 14 años sin títulos de Liga para el Barcelona (¡ésas sí que eran crisis!) nadie se molestó en recordarnos que estuvo cuatro años más sin volver a ganar nada importante y que terminó refugiándose en el centro del campo porque, según él, los defensas españoles eran muy leñeros.Retornó el profeta del gol, cual hijo pródigo, hace seis años, con la ineludible misión de acabar, una vez más, con el dominio apabullante del Real Madrid. Sus dos primeros años no fueron muy lúcidos, por ello se entretenía despidiendo a jugadores, como Lineker, que después triunfaban en el Reino Unido, o descubriendo talentos de la categoría de Romerito, Lucendo o Gell; también entretenía a la afición con teorías tales como que en España no había cambiado nada, que el calendario se manipulaba para perjudicar al Barça o que el Real partía en la Liga con 10 puntos de ventaja; lo malo es que, alguno de esos años, su equipo quedaba a 15 puntos.

Su suerte empezó a cambiar cuando García de Loza expulsa a Fernando Hierro en la final de la Copa de 1990, poniendo el título en franquicia para el Barça y salvando al holandés errante de la inminente patada en el trasero. Ramón Mendoza no quiso ser menos, y despidiendo a Schuster y Martín Vázquez a la vez, contribuyó a que el camino de Cruyff hacia el olimpo fuera liso y llano. Una vez allí, la diosa Fortuna le cogió cariño y emponzoñó el fichaje que debía hacer resurgir de sus cenizas al enemigo.

Ahora es un dios, y como los dioses pueden hacer lo que les venga en gana, dice todas las tonterías que quiere sin que casi nadie le píe, y a los más devotos les parecen geniales. Sin embargo, a uno, que es muy ateo de Dios, le atormentan las siguientes cuestiones: ¿qué hubiese ocurrido si Bakero no consigue su gol-churro en Kaiserlautern o Rocha su autogol en Tenerife, y si García de Loza y Gracia Redondo hubiesen pitado correctamente?; pues que, con una Liga y una Recopa en cinco años, nuestro personaje, en vez de en el olimpo, estaría entrenando, probablemente, en Arabia Saudí o en Japón.-

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