El alcalde reprocha a Mercedes de la Merced sus "inoportunas" declaraciones contra los díscolos

Los protagonistas de los últimos enfrentamientos en el gobierno municipal del PP -el concejal Manuel Martínez Blanco y la edil a la que llamó "golfa" Mercedes de laMerced- se encontraron ayer frente a frente, junto a otros 24 compañeros de grupo municipal, incluido el alcalde. Álvarez del Manzano intentó poner orden y recuperar la unidad en sus filas. Pero fracasó. Sus reproches hacia Mercedes de la Merced, a la que acusó de haber provocado con sus declaraciones el insulto de Martínez Blanco, suscitó el malestar de la afectada y de varios dirigente populares.

El alcalde consiguió que a la salida de la cumbre municipal, a la que no asistieron cuatro ediles -José Gabriel Astudillo, Ángel Matanzo, Pedro Ortiz y Elena Utrilla-, todos sonrieran, hablaran de los Reyes Magos y evitaran declaraciones "inoportunas". Hasta Martínez Blanco mantuvo silencio, porque, según explicó, así se lo habían pedido. Luego visitó Génova, 13, sede del PP, y deseó felices pascuas a todos los trabajadores, incluido el presidente regional, Pío García Escudero, que hace dos días decidió abrirle diligencias informativas por el calificativo que adjudicó a Mercedes de la Merced, presidente de Chamberí.El alcalde organizó ayer tres horas de ejercicios espirituales para calmar a sus concejales en fechas tan señaladas. Pero la crisis del gobierno que preside acaparó sus admoniciones. Durante más de media hora efectuó un repaso completo a las más recientes, "inoportunas e inadecuadas" declaraciones de cuatro de sus subordinados: Matanzo, Ortiz, De la Merced y Martínez Blanco.

Álvarez del Manzano metió en el mismo saco las intervenciones de todos estos ediles, lo que disgustó especialmente a Mercedes de la Merced, según fuentes municipales.

El alcalde no está contento con los continuos desafíos de Matanzo, al que mantiene apartado sin funciones, como simple asesor de mercados, y menos aún con las alusiones de Ortiz sobre la falta de ética en las contrataciones municipales.

Pero Álvarez del Manzano no se olvidó en su cadena de críticas de Mercedes de la Merced, a la que culpó de ocasionar con sus declaraciones a la agencia Europa Press la reacción de Martínez Blanco. La edil declaró que ella relevaría de sus cargos a los concejales díscolos si éstos no rectificasen. El concejal respondió a De la Merced llamándola "golfa" (véase El País Madrid del lunes).

Concejales del PP presentes en la reunión-cincoediles comentaron a este periódico lo sucedido- interpretaron estas críticas del alcalde a De la Merced como un respaldo de Álvarez del Manzano a los concejales "de la vieja guardia de Alianza Popular", los más conservadores del grupo. Sin embargo, la dirección del PP en Madrid ha cambiado y ya no representa a la vieja guardia, sino a los jovenes liberales respaldados por el presidente nacional, José María Aznar.

Ningún edil salió ayer en defensa de Mercedes de la Merced, partidaria de tomar medidas contra Venancio Mota y Manuel Martínez Blanco por su comportamiento en las últimas semanas. Estos concejales amenazaron públicamente con pasarse al Grupo Mixto y crear un partido ante la marginación a la que se les sometía en el PP.

Otros concejales, sin embargo, no interpretaron de manera tan parcial esa intervención del alcalde y señalaron que había completado un discurso "firme, neutral, ecuánime pero conciliador", y que había empleado adjetivos muy moderados para calificar las polémicas declaraciones de sus ediles: "Inoportunas e inadecuadas". Un edil llegó a interpretar que el alcalde había salvado ayer la unidad del grupo municipal.

La concejal, molesta

Mercedes de la Merced no aceptó de buen grado las insinuaciones sobre la inoportunidad de su entrevista en Europa Press y mostró a sus compañeros el despacho de la agencia para convencerles de que había intentado apoyar manifiestamente la gestión del alcalde de la capital.

Venancio Mota, que apoyaba hasta ahora a su compañero de rebeldía Martínez Blanco, pronunció unas palabras en las que se desmarcó claramente de este edil y afirmó que nunca abandonará el PP. El presidente de las juntas de Moratalaz y Vicálvaro aprovechó para culpar al actual secretario general del PP regional, el diputado Ignacio del Río, de provocar todas estas fricciones al filtrar este verano una "lista negra" de concejales "de la vieja guardia" que no repetirán en el cargo en las próximas elecciones.