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Viaje a la galaxia electrónica

Internet, la mayor red global de comunicaciones, ofrece libre acceso a los españoles

Alejandro Cervantes, ingeniero español de 25 años, teclea desde su ordenador la expresión The White House. "Aquí el servicio de correo electrónico de la Casa Blanca. ¿En qué podemos servirle?"', recibe de forma inmediata como contestación en pantalla. Tiene la opción de continuar buscando información o dejar su dirección para que se la envíen en otra ocasión.Como Alejandro, otros 60.000 españoles y unos 15 millones de personas en todo el mundo pueden comunicarse ya con Bill Clinton, uno de los mayores impulsores de la comunicación electrónica tras su ascenso a la presidencia de Estados Unidos, y recorrer una aventura comunicativa prácticamente sin límites a través de Internet, nombre genérico que recibe una red -soporte de las principales líneas telefónicas- que permite la conexión de ordenadores y el intercambio de informaciones, voz y música, gráficos e imágenes.

Son los internautas (llamados así en el argot de usuarios), que en el caso de los españoles podrán conectarse a partir de ahora de forma libre y gratuita a esta red, aunque pagando la conexión telefónica, con un centro de Washington desde donde les situarán en el caudal de la mayor autopista de las comunicaciones que existe en el mundo. La conexión con Internet comenzó en España en 1990 con tan sólo tres ordenadores. Ahora ya son varios miles los ordenadores conectados, y el ritmo de crecimiento es de unos 10.000 nuevos usuarios al mes.

Alejandro continúa el recorrido por Internet. Como le resulta aburrida la consulta de las previsiones de los presupuestos estadounidenses para el próximo año, a pesar de que puede oírlos en la propia voz de los senadores (por cierto, el senador Edward Kennedy establece la comunicación con sus electores a través de Internet), decide pasarse a la base de datos de la Biblioteca del Congreso y de allí a los archivos públicos de la CIA, donde, por ahora, apenas encuentra información que le interese.

Cuando se ha cansado de Estados Unidos, da un salto a la Universidad de Sidney, en Australia, para saber el plan de estudios de la cátedra de Filología Española. Después entra en una discusión en directo con 20 científicos japoneses, belgas, suecos, españoles y brasileños sobre procesos de cálculo de superordenadores remotos.

Para hacer honor a su apellido (Cervantes), Alejandro se inclina a continuación por la lectura de la última narración breve de Stephen King en la colección Nigthmares and Dreamscapes (Pesadilas y Sueños), editada electrónicamente por Viking Press. Como se trata de un hipertexto, mientras lee puede llamar a pantalla determinadas imágenes contenidas en el libro y pinchar sonidos que se encuentran almacenados. Por fin, para relajarse, acaba echando una mirada al Buzón rosa, con intercambios de mensajes eróticos, en el que también se pueden hacer amistades y donde algunos han encontrado un amor e incluso se ha fraguado ya más de una boda.

Internet fue creada en los años sesenta por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, y pasó poco después a ser uno de los instrumentos de intercambio más valiosos para la comunidad científica internacional. Concebida y apoyada como red abierta por Estados Unidos, ya es en la práctica patrimonio mundial y está al alcance de todos aquellos. que posean un ordenador personal al que le hayan acoplado un modem de comunicaciones -que cuesta unas 15.000 pesetas en el mercado español- y estén dispuestos a pagar la conexión telefónica.

Las nuevas generaciones comienzan a familiarizarse con el universo de Internet. Los alumnos del instituto de bachillerato Príncipe Felipe, en Madrid, no tienen mayores problemas para sacarle partido a las posibilidades educativas de la red. "Podemos tener acceso a todo, evidentemente", dice uno de sus alumnos, "pero la utilizamos básicamente para el estudio de idiomas, en especial del inglés, y para facilitar el intercambio".

La enseñanza y la discusión y la divulgación científica es uno de los principales activos que se Pueden extraer de esta "aldea global mediática", en opinión de José Barberá, director de Red Iris, organismo del Plan Nacional I+D que coordina el acceso a la red de la comunidad científica y académica. Barberá cita como ejemplos las espectaculares fotografías sobre Venus que fueron divulgadas por la NASA a través de Internet o la misión más reciente del Challenger, pasando por el acceso a la base de datos del CERN, en Ginebra.

Son las cinco de la tarde en un despacho de la calle de Clara del Rey, en Madrid. Juan Antonio Esteban, gerente de Goya Servicios Telemáticos, la empresa que se encarga de establecer las conexiones a la red del sector negocios y de usuarios privados españoles, mira los grupos de discusión que se encuentran en esos momentos en línea. Son 2.142 usuarios que debaten los más diversos temas. Se centra en uno concreto bajo el epígrafe Grupo de cultura española, y descubre que en ese apartado se hallan inscritos los siguientes temas: Ruta del bakalao, El español el fin de semana, Las tasas universitarias, Cómo se vivió el partido España-Dinamarca en el área de San Francisco, Encierro de toros en Pamplona, Vida gay en España, Chistes.

Pero ahí no queda todo. Las posibilidades de acceder a la información son ilimitadas: desde los negocios (intercambio de planos e información de empresas) hasta el periodismo electrónico.

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